Brasil: votantes pasaron la cuenta | El Nuevo Siglo
Sábado, 3 de Noviembre de 2018

Buena parte de quienes se interesan por la marcha del mundo ha estado atenta al resultado de las elecciones en Brasil. Parece que éstos que no ofrecieron mucha diferencia con las encuestas que daban una clara ventaja al candidato conservador del señor… Así como no somos asiduos seguidores de ellas, más bien dudamos de sus pronósticos. A estas averiguaciones previas que pretenden traer con anticipación acontecimientos que marcan la vida de un país, no es mucha la fe que les profesamos.  El candidato triunfante en las encuestas resultó el triunfante en la realidad. Esta vez sí resultaron acertadas las conjeturas basadas en investigaciones en medio de los votantes.

Diversas interpretaciones admiten lo que ha pasado en Brasil. Con la que más nos simpatizamos es la de pensar que los votantes no resultaron el “inepto vulgo” como los calificaba un muy famoso director político colombiano ya desaparecido. Por el contrario, la gente piensa y se manifiesta oportunamente en el escenario nacional. Cansados y aturdidos los brasileños con los gobiernos que recién  terminan, se acogieron a las expresiones de su compatriota que  los hizo reflexionar. Bien se puede decir que la era Lula se ha terminado sin pena ni gloria.  Este dirigente extraído de los ejércitos de dirigentes trabajadores y sindicalistas del país gobernó durante bastantes años; elegido también popularmente se posesionó con la esperanza de presidir un gobierno de un dirigente sindical pleno de buenas intenciones, inspiró las mejores expectativas entre sus gobernados.

Transcurrieron los años y la corrupción se apoderó de su gobierno. Ante las dificultades que él mismo se creó, auspició la elección de una sucesora que resultó peor que él quien tuvo que retirarse antes de culminar su mandato, muy cuestionada por su gestión como gobernante por actos de corrupción.  Fue tan radical el repudio que como candidata al congreso nacional, no resultó electa. Pero como bien dice la sabiduría popular, Dios los crea y ellos se juntan; el sucesor de la Rousseff resultó también un ciudadano cuya conducta es muy cuestionada. Le tocó presidir y organizar estas elecciones en las cuales el pueblo soberano brasileño se hizo sentir y a través de las urnas dijo estar cansado de ser testigo de tantos desatinos;  le dio la oportunidad  a un ciudadano que no quiere más  malos manejos de las cosas del estado.

Que el triunfador no es la persona adecuada para manejar al Brasil es asunto que los brasileños tendrán que experimentar en carne propia. Por lo menos en estas elecciones se manifestaron y dijeron que están aburridos de tanta corrupción y de tantos malos manejos. El mundo se ha vuelto  pequeño;  lo que pasa en una parte en alguna manera tiene influencia en otra. El juzgamiento y condena de quienes han sido presidentes era algo que hasta hace unos años no sucedía. Hoy hay expresidentes del continente que están informados que no salen incólumes. Se rompió el tabú que los mantenía ajenos a estos ajetreos judiciales.