Coincidencias fatales | El Nuevo Siglo
Martes, 13 de Noviembre de 2018

Igual que Plutarco en su obra “Vidas Paralelas” nos permite entender la historia de la sociedad, hoy podemos identificar algunos personajes caracterizados por unos propósitos comunes en torno al aborto.

Algunos coordinan un grupo denominado “Mujer y sociedad”, que luchan denodadamente,  porque se establezca el derecho a abortar libremente sin ninguna restricción. Otros llamados Farc tienen como regla de oro practicar el aborto a las mujeres que se encuentren en embarazo.

Para todos, el bebé en gestación no tendrá derecho alguno para nacer, por tanto puede ser destrozado en cualquier momento de su formación, los derechos de la mujer predominan, con la falacia de que ella es dueña de su cuerpo.

La diferencia es que el grupo de la Farc tiene su propia ley del monte, así no esté contemplada en los Constitución ni sea ley de la República.

Vemos entonces que Farc,  “Mujer y Sociedad” y otros grupos abortistas, entre ellos una columnista y presentadora de Citytv coinciden en que un objetivo fundamental es el de permitirle a la mujer abortar sin que los estigmas la arruinen emocionalmente, lo cual será posible si se aparta de moralismos y doctrinas religiosas equivocadas.

Coinciden también que el comportamiento sexual de las personas debe estar desprovisto de juicios de valor, para que cada vida sea valorada en su plena dimensión.

Florence Thomas afirma: “es necesario despenalizar totalmente el aborto sobre la simple demanda de una mujer como una causa justa, como un reconocimiento a la inmensa responsabilidad de las mujeres, porque ellas, y solo ellas y su conciencia, saben lo que significa proyectar una vida y construir un futuro para un hijo, para una hija”

 

Víctima de esos abortos fue Vanessa García, incorporada a la corporación Rosa Blanca, quien tiene hoy 23 años y que a los 9 ingresó a las Farc. Ella contaba: “el paisa me violó a los 11 años y me obligó a abortar tres veces. Tenía cuatro meses de embarazo, me empezaron a ver la barrigoncita y me tomaron prueba de embarazo. Le supliqué a “El paisa” para tenerlo, me respondió: “No viniste a las Farc a parir hijos”. Yo me puse a llorar, como a las seis horas empezaron las contracciones, y como a las doce de la noche mi bebé se vino. Me dejaron verlo y luego lo metí en una botella de alcohol”.

Pero los abortistas siguen en sus propósitos de conseguir la despenalización total del aborto desconociendo los derechos del bebé en gestación. Florence Thomas, las Farc y otras periodistas de Citytv insisten en invitar a “vivir en un mundo plural, tolerante, sin dogmas y, por esto mismo, apasionante que nos lleven a soñar y construir un mejor país, pensando en una maternidad sin tanto estigma, barreras y visiones de un Dios castigador”.