EL Servicio Nacional de Aprendizaje, Sena, creado en 1957 por Rodolfo Martínez Tono y la Junta Militar, ha vuelto a quedar bajo fuego. Convertido desde hace varios años en botín de una clase política sin escrúpulos, ha sufrido dramáticos cambios desde que aquel visionario cartagenero, inspirado en el ejemplo brasileño del Senai, implantó la formación profesional para el empleo que, a diferencia de la educación clásica tradicional, contrata al aspirante para un puesto de trabajo determinado. Es la manera más efectiva de combatir el desempleo estructural.

Esa característica fundamental ha sido la que le permitido a la entidad sentar las bases para que el país pueda tener una verdadera política de pleno empleo, productivo y competitivo. Sin embargo, cuando llegó al poder el "revolucionario" Alfonso López Michelsen, defenestró  de la dirección del organismo a Martínez Tono y  convirtió a la entidad en el árbol de navidad de la burocracia  politiquera. De ese golpe jamás se recuperó y antes, por el contrario, se convirtió en un fortín de malas prácticas, tanto a nivel nacional como regional.

Ahora, como si fuera poco, la Corporación Andina de Fomento, CAF, ese si un verdadero organismo inocuo, recomienda que se termine con el contrato de aprendizaje, uno de los polares de la razón de ser del Sena. Alega, sin  ninguna clase de  fundamento, que esa modalidad perjudica la competitividad de los empresarios, cuando es precisamente todo lo contrario. También otros cuestionan el manejo de su gran presupuesto que han evidenciado malos manejos fiscales. Pueda ser que el presidente Iván Duque, que es un  gobernante responsable, no preste atención a semejantes barbaridades y que por el contrario lo fortalezca.

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El desempeño del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, parece haber sido mejor que el de sus detractores le endilgan o al menos eso es lo que sentenciaron las urnas en las pasadas elecciones parlamentarias. Aunque perdió la mayoría de la Cámara de Representantes y esto lo obligará a negociar asuntos fundamentales de su gobernabilidad. Aunque parece haber abandonado un poco su tradicional estilo pendenciero y  su autonomía se verá afectada, todavía tiene grandes fortalezas para buscar su reelección. La empatía que genera su estilo chabacano en el gringo promedio  obedece a que ese estilo está en el ADN de su idiosincrasia.

De todas maneras y con un Trump  para rato, no es bueno para Colombia que éste hubiera cancelado su visita a nuestro país. Esta es una manera muy clara de darnos a entender que no estamos en la agenda  de las preferencias de Washington y que nuestra indolencia para combatir la expansión monumental de los cultivos de coca nos sigue causando mucho daño. Así sean los norteamericanos los principales consumidores del maldito producto.

 Adenda

En vista de las circunstancias, la permanencia del ministro Carrasquilla,  en la cartera de Hacienda se torna de imperiosa necesidad, Lo que viene en  esas relaciones bilaterales es crucial para mantener y mejorar nuestra estabilidad económica y no estamos para ponernos a probar otros pilotos para la nave financiera del Estado.