Ley de Financiamiento, en línea con FMI | El Nuevo Siglo
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Jueves, 8 de Noviembre de 2018
Redacción Economía
Hamid Faruqee, jefe de misión para Colombia, dice que “se puede lograr una mejor progresividad del sistema impositivo”

 

El economista Hamid Faruqee, jefe de misión para Colombia en el Departamento del Hemisferio Occidental del Fondo Monetario Internacional (FMI), aseguró que la propuesta de ley de financiamiento (reforma tributaria) presentada por el Gobierno colombiano al Congreso de la República, “es coherente con las recomendaciones de política económica realizadas por el FMI en los últimos años”.

El funcionario, miembro del staff principal del FMI desde 1993, confirmó que, como lo ha señalado el organismo multilateral repetidas veces, es mucho más conveniente para el país aumentar los ingresos que recortar el gasto en áreas claves como la inversión pública y el gasto social.

“Un aumento adicional de los ingresos fiscales permitirá que el presupuesto del próximo año cumpla con la regla fiscal, observando, al mismo tiempo, incrementos en la inversión pública y en otros gastos públicos prioritarios”, afirmó Faruqee, quien agregó que preservar la credibilidad fiscal apoya el crecimiento económico a largo plazo, al reducir las primas de riesgo, mejorar el acceso a los mercados internacionales y reducir el costo del capital.

El destacado economista, quien se ha desempañado, además, como jefe de la división de Supervisión Multilateral del Departamento de Estudios del FMI, confirmó que la iniciativa del Gobierno de hacer que los impuestos a la renta personal sean más progresivos es “un paso adelante en la dirección correcta”.

 

Exenciones

Faruqee explicó, que aunque las exenciones o tasas reducidas del IVA se utilizan a menudo para proteger a los más pobres, estas medidas, aunque bien intencionadas, pueden introducir distorsiones inconvenientes. “Por ejemplo, dado que los hogares colombianos con mayores ingresos consumen más que los hogares más pobres, incluidos los bienes con tasas reducidas del IVA, disfrutan de mayores beneficios fiscales medidos en pesos”.

Insistió el economista en que, en general, las exenciones y las tasas especiales de IVA deberían minimizarse. “Nuestro análisis, basado en las experiencias de otros países, encuentra que las exenciones y tasas especiales de IVA erosionan la base de ingresos, reducen la eficiencia fiscal y disminuyen la oportunidad de financiar gastos con fines redistributivos”.

Adicionalmente, el funcionario respaldó la propuesta del Gobierno de compensar a las familias de menores ingresos. “Las transferencias dirigidas son una herramienta mucho más directa y efectiva para lograr una mejor progresividad del sistema tributario. Por lo tanto, es importante priorizar un enfoque de transferencias dirigidas que, efectivamente, lleguen a los grupos afectados más vulnerables”.

El alto directivo del FMI recordó que la redistribución del ingreso a través de los impuestos de renta es muy limitada en toda Latinoamérica, donde, en promedio, se logra una reducción de solo el 2% en la desigualdad, en contraste con los países de la Unión Europea, donde la desigualdad se reduce en 12% después de impuestos.

Indicó que guiada por un marco de política económica sólido y por políticas económicas oportunas, Colombia ha completado un ajuste exitoso, tras un gran choque externo derivado de la caída del precio del petróleo, y se espera que el crecimiento del PIB se fortalezca en el futuro. Concretamente, un tipo de cambio flexible, combinado con un régimen confiable de metas de inflación, una supervisión y regulación del sector financiero efectivas y el marco fiscal de mediano plazo, han permitido al país suavizar el impacto de un gran choque permanente de los términos de intercambio, como consecuencia de la caída del precio del petróleo.

Reflejando un fortalecimiento en los fundamentos económicos, el crecimiento del PIB en Colombia se aceleró en 2018 y en la primera mitad del año alcanzó un 3,4% (en tasas anualizadas y ajustadas por estacionalidad), siendo esta una importante aceleración en comparación con la observada en la segunda mitad de 2017, que fue del 1,7%. Dicha aceleración fue impulsada por una recuperación de las exportaciones y, de manera importante, en la inversión privada, aunque menos dinámica que antes de la caída del precio del petróleo en 2014.