Tres meses del gobierno Duque | El Nuevo Siglo
Viernes, 9 de Noviembre de 2018

SE  están cumpliendo los primeros tres meses del gobierno y ya se conocen balances sobre los proyectos, las iniciativas y el talante del gobierno encabezado por el presidente Duque y la vicepresidenta Marta Lucía Ramírez.

Se siente que el talante del Presidente gusta a la mayoría de los colombianos que lo ven como una persona sencilla, austera, como un incansable trabajador, como un conductor incontaminado, ajeno por completo al boato, la vanidad y soberbia con que algunos suelen manejar el poder.

Por otra parte nos paree que está haciendo esfuerzos importantes por superar los altos niveles de polarización a que se había llegado apelando a un lenguaje respetuoso e incluyente evitando confrontaciones innecesarias.

El Presidente ha asumido como un compromiso la necesidad de transformar las costumbres políticas del país y, por tanto, ha impuesto un nuevo estilo y modelo de gestión de gobierno. Desde luego que es necesario combatir con eficacia la corrupción y los beneficios personales que hoy se identifican como “mermelada” a través de la contratación. Aclaremos que otra cosa es la representación política de aquellas fuerzas que participan de la ejecución de un programa de gobierno.

El presidente Duque ha buscado el apoyo directo de la opinión pública a su gestión de gobierno y, por ello, reúne semanalmente en el municipio y la región elegida del país los talleres “construyendo país” en los que evalúa con las comunidades la problemática que vive la zona geográfica de la que se trate. Ese mecanismo de democracia directa lo adoptó en su momento el gobierno del presidente Uribe con resultados positivos que se tradujo en apoyo popular. Consejos comunitarios que inexplicablemente desmontó el gobierno del presidente Santos.

El estilo del presidente Duque es el del diálogo y la concertación para encontrar fórmulas de solución a los problemas más agobiantes del país. Y eso es bueno. Pero necesita que sus inmediatos colaboradores ejerzan más liderazgo en la promoción de las políticas públicas que se propone sacar adelante; los proyectos de reforma política y a la justicia hoy tienen dificultades en el Congreso. Y la prueba de fuego es el trámite de la ley de financiamiento que busca conseguir 14 billones de pesos para cubrir el déficit fiscal y garantizar el funcionamiento del Estado y de varios de los programas sociales; déficit que la mayoría de los colombianos no conocíamos.

La realidad dolorosa es que incrementar el IVA en los niveles que se propone (17% o 18%) afecta sensiblemente a la canasta familiar. El gobierno tendrá que hacer recortes presupuestales en diferentes frentes y encontrar distintas fuentes de financiamiento que le permitan flexibilizar la propuesta original que hoy es objeto de muchas sensibilidades en la opinión pública.

Unido a lo anterior, el presidente Duque tiene como coequipera a la vicepresidente Marta Lucía Ramírez; una mujer honesta, con carácter y experiencia probada en la administración en pública que, estamos seguros, la está aportando para el éxito de los planes, programas y políticas del nuevo gobierno.