20% de población mundial accederá a vacuna covid en 2022 | El Nuevo Siglo
Si todos los proyectos de vacuna son aprobados y se logra una máxima producción, al menos el 20% de la población sólo tendrá acceso hasta 2022.
Foto AFP
Miércoles, 16 de Diciembre de 2020
Redacción internacional

El día de ayer investigadores de la Johns Hopkins Bloomberg School of Public Health alertaron sobre la posibilidad de que al menos el 20% de la población mundial podría no tener acceso a una vacuna contra el covid-19 durante el próximo año, sino hasta bien entrado el 2022.



Esta situación contrasta con el hecho de que países como Estados Unidos, Gran Bretaña y Emiratos Árabes Unidos ya iniciaron campañas de inmunización.

La carrera por disponer de la vacuna para frenar la epidemia, que ya ha cobrado la vida de más de 1,6 millones de personas en el mundo llevó a los países ricos a asegurarse cantidades exageradas de dosis.

Así, a pesar de que las naciones más ricas representan el 14% de la población global, reservaron más de la mitad de las dosis de vacunas cuya producción está prevista el año que viene, lo que lleva a que los países pobres se queden muy por detrás. Los investigadores señalaron que “si todas las vacunas funcionan correctamente, muchos países ricos ya habrían reservado una de cada una para todos sus ciudadanos.

Incluso países como Canadá habrían reservado el equivalente a cuatro dosis por persona, mientras que otros estados de renta media se han asegurado una vacuna para cada cuatro.

El estudio asegura que “incluso si todos los fabricantes logran desarrollar vacunas seguras y eficaces y alcanzan sus objetivos máximos de producción, al menos una quinta parte de la población no tendrá acceso a las vacunas hasta 2022".

Y los investigadores estiman que hasta 40% de las vacunas de los principales fabricantes podrían estar disponibles para los países de renta media o baja, pero añadió que esto dependerá de cómo los países ricos distribuyan sus compras.



La situación es preocupante si se considera que, como lo hace el informe "el comercio y los viajes entre países pueden verse afectados de forma continuada hasta que el acceso a medidas eficaces de prevención y tratamiento, como las vacunas, estén disponibles ampliamente" en el mundo.

Aunque muchos países se unieron al mecanismo de compra COVAX, coordinado por la Organización Mundial de la Salud (OMS), para garantizar el acceso mundial a las vacunas y la iniciativa espera contar con 2.000 millones de dosis a finales de 2021 el hecho de que ni Estados Unidos, ni Rusia se hayan unido al programa hace que este no tenga el impacto esperado.

Por otra parte, Jason Schwartz, de la Yale School of Public Health, asegura que "los retos logísticos del programa mundial de vacunación contra el covid-19 serán como mínimo tan difíciles como los desafíos científicos a la hora desarrollar rápidamente una vacuna eficaz y segura".

A pesar de que varios países han emitido autorizaciones de uso de emergencia de medicamentos como el Remdesivir y la terapia de plasma de convalecencia para el tratamiento del covid-19 y de que las autoridades del mundo entero exhortan a la población a seguir aplicando medidas de prevención como el uso de tapabocas y el distanciamiento social, todas las esperanzas están puestas en los proyectos de vacuna que no sólo preparan al sistema inmunológico para que reconozca y ataque un virus, sino que además reducen la propagación de la enfermedad contribuyendo a la inmunidad de rebaño.



Como van los proyectos

Como se recordará la farmacéutica Pfizer, en asocio con la empresa de biotecnología alemana BioNTech y la farmacéutica china Fosun Pharma ha desarrollado una vacuna de ARN mensajero (ARNm) de dos dosis y su distribución ya ha sido aprobada por 8 países a saber, Estados Unidos, Canadá, Baréin, Arabia Saudita, México, Singapur, Jordania y el Reino Unido primer país hacerlo e iniciar la vacunación.

La farmacéutica inició sus pruebas de fase 3 a fines de julio, con el objetivo de probar en 30.000 personas de Estados Unidos, Brasil, Argentina y Alemania la efectividad y seguridad de su vacuna. Más tarde aumentaron el número a 44.000 recibieron autorización para incluir niños de al menos 12 años en el ensayo.

El 9 de noviembre, la compañía anunció que su vacuna tenía una efectividad de más del 90% en los participantes de ensayos clínicos y el 18, anunció que había logrado aumentar la efectividad de la vacuna a un 95%. En ese momento anunciaron que estaban solicitando una autorización de uso de emergencia de la Administración de Medicamentos y Alimentos de los Estados Unidos para su vacuna y efectivamente se convirtió en la primera la primera aprobación para una vacuna contra el covid-19.



Por su parte la compañía Moderna comenzó a probar su vacuna de ARNm de dos dosis en marzo en un ensayo clínico de fase 1, con resultados prometedores. A fines de julio, Moderna comenzó los ensayos clínicos de fase 3 de la vacuna.

A fines de agosto, los funcionarios de la compañía dijeron que los datos preliminares del ensayo de fase 1 mostraban que la vacuna provocó una respuesta inmune prometedora en personas mayores de 60 años e inició sus pruebas masivas.

A finales de octubre Moderna anunció que había terminado de reclutar a los 30.000 participantes en la fase 3 del ensayo. Esto incluyó a más de 7 mil mayores de 65 años y más de 5mil más jóvenes con afecciones crónicas que aumentan su riesgo de sufrir la enfermedad de manera grave.

A principios de octubre, los funcionarios de la compañía anunciaron que su vacuna no estará disponible para una amplia distribución hasta la primavera de 2021. Más adelante en el mes, el director ejecutivo de Moderna dijo a los inversionistas que la junta de monitoreo de seguridad y datos del ensayo podría comenzar a analizar los datos del estudio en noviembre.

A mediados de ese mes los funcionarios de Moderna informaron que su vacuna había alcanzado una tasa efectiva del 94% en los resultados iniciales de la fase 3.

Ante este resultado el 30 de noviembre, la compañía solicitó autorización para uso de emergencia y los ejecutivos dijeron que la vacuna podría estar disponible el 21 de diciembre.

Esta semana la FDA afirmó que este proyecto no mostraba "problemas de seguridad específicos" que "impidan la emisión" de una autorización de uso de emergencia, antes de una reunión de expertos del organismo para validar o no el tratamiento.

Finalmente, la otra gran apuesta de occidente la vacuna de la Universidad de Oxford y AstraZeneca comenzó su ensayo clínico de fase 1 a fines de abril y está basada en un adenovirus de chimpancé, que transporta las proteínas del coronavirus a las células.



En agosto, AstraZeneca inició las pruebas de fase 3 en Brasil, Sudáfrica y Estados Unidos. Estos ensayos se detuvieron en septiembre cuando un voluntario del estudio desarrolló un trastorno inflamatorio espinal poco común llamado mielitis transversa. Los ensayos se reanudaron una semana después en Brasil y el Reino Unido. A fines de octubre, la FDA autorizó la reanudación del ensayo en los Estados Unidos.

A mediados de noviembre, los funcionarios de la compañía dijeron que su vacuna había producido una fuerte respuesta inmune en un ensayo clínico que involucró a personas mayores de 70 años y según los datos publicados el 8 de diciembre la vacuna era segura y tenía una efectividad de más del 70%, cifra después fue superior al 90% con la ampliación de la muestra.