Una reunión extraordinaria de cancilleres del Mercosur debate en Buenos Aires la delicada situación regional creada por la crisis interna en Venezuela y la iniciativa de avanzar en un acuerdo comercial con la Unión Europea, informaron fuentes diplomáticas.
La anfitriona, la argentina Susana Malcorra, había anunciado que Buenos Aires asumirá la presidencia pro témpore del grupo el 1 de enero. Venezuela no pudo cumplir esa función, que le correspondía durante el segundo semestre de este año, a causa de estar suspendida por no adecuarse a parámetros técnicos y políticos del bloque.
El trasfondo de la medida contra Caracas es político y nace de la tensión con el gobierno venezolano de Nicolás Maduro.
"Estamos camino a la cancillería argentina para la reunión de cancilleres de MERCOSUR! Al gran pueblo argentino, salud!", escribió la canciller venezolana, Delcy Rodríguez, en la red social Twitter, que impuso su asistencia a la reunión a la que no fue convocada.
La oposición a Maduro sostiene que el gobierno debe aceptar el inicio de un juicio político, en el marco de graves problemas económicos que padece la población, en tanto el oficialismo chavista considera tales movimientos como un "intento de golpe de Estado".
Rodríguez anunció que viaja al encuentro para ejercer "la defensa legítima de sus derechos e intereses".
- Viraje en el bloque -
Rodríguez intentará ingresar al encuentro en el Palacio San Martín, la sede de la cancillería argentina.
Lo que se anuncia seguro es que por la tarde disertará en el Instituto Patria, la fundación creada por la expresidenta Cristina Kirchner (2007-2015, peronista de centroizquierda) para mantener su militancia política e ideológica tras dejar el poder hace un año.
El Mercosur ha dado un viraje ideológico de 180 grados con los presidentes conservadores Michel Temer en Brasil y Mauricio Macri en Argentina.
Han pasado a la historia los tiempos en que los acuerdos pasaban por las afinidades latinoamericanistas entre el venezolano Hugo Chávez, el brasileño Lula da Silva, el argentino Néstor Kirchner y el uruguayo José Mujica.
Ahora corren otros vientos. Brasil y Argentina dicen estar esperando que Venezuela cumpla "lo antes posible" los compromisos del Mercosur para reintegrarse plenamente al bloque.
"Cuando haya una adecuación de normas legales internas, leyes, reglamentos, que pongan a Venezuela en pie de igualdad con el resto, pasará de nuevo a ser un miembro de pleno derecho", había declarado Malcorra en Brasilia.
Desde otro enfoque, el gobierno uruguayo de Tabaré Vázquez reafirmó el martes su apoyo a la continuidad de Venezuela en el Mercosur con voz y sin voto, tras una conversación el lunes con su par venezolano, Nicolás Maduro.
La suspensión a Caracas se aplicó por no haber incorporado a su legislación una serie de disposiciones comerciales y políticas, incluida la de respeto a los derechos humanos.
El sensible caso venezolano domina las conversaciones este miércoles en el aristocrático palacio San Martín de estilo francés. Allí se encontrará Malcorra con sus pares de Brasil, José Serra; de Paraguay, Eladio Loizaga, y de Uruguay, Rodolfo Nin Novoa.
- Prioridad con Europa -
Oficialmente se denomina XI Reunión Extraordinaria del Consejo del Mercado Común. Son las preliminares de otro encuentro a realizarse el jueves en Montevideo.
Malcorra dijo el domingo que la prioridad de la presidencia argentina del bloque será avanzar en la negociación de un acuerdo de libre comercio con la Unión Europea, pero sin Venezuela. Caracas "siempre fue ajena a esas negociaciones", fundamentó la canciller.
La creación de la unión aduanera del Mercosur a comienzos de la década de los años 90 produjo un formidable impulso a las economías de los cuatro países fundadores.
El comercio se multiplicó. Argentina y Brasil pasaron a ser los mayores socios con suculentos negocios bilaterales. Pero las crisis internas en ambas naciones hicieron entrar al grupo en la zona gris en la que se encuentra.