Entendiendo como justos en el conflicto armado aquellas personas que -como escribió Carlo Tognato en la silla vacía-, “llegaron a apartarse o a ‘traicionar’ a sus propios grupos sociales u organizaciones, o simplemente dejaron unas cómodas prácticas de aquiescencia frente a la violencia a su alrededor y asumieron costos y riesgos personales para salvar vidas inocentes”, conviene indagar sobre la respuesta al interrogante del titular en un país que se está asomando al posconflicto.
En el trasfondo de las causas del conflicto bélico colombiano subyace una que corre transversal. Esta es la acumulación de injusticias en que incurrimos muchas personas de los distintos ámbitos sociales que, incluso sin pretenderlo ni calcularlo, incentivamos una cadena de acciones y reacciones que mantuvieron lubricada la máquina de la violencia. Y los resultados se han venido conociendo públicamente, llenando una página negra de nuestra historia cargada de todo tipo de vejámenes hacia las víctimas.
No obstante, el que las injusticias se hayan acumulado no quiere decir que a lo largo de medio siglo no haya habido personas que, siendo o no actores directos del conflicto, hayan actuado de manera justa frenando, o al menos disminuyendo, la degradación del conflicto, al salvar vidas inocentes de manera directa o indirecta. Pero la cuestión no se ha planteado suficientemente en la agenda pública colombiana a lo largo del tiempo. Sí ha habido algunas historias publicadas en los medios de comunicación de personas que podrían ser catalogadas como justas del conflicto, pero no han sido suficientemente reconocidas o valoradas por la sociedad.
Ahora bien, rescatar las historias de los justos en el conflicto se puede convertir en el futuro inmediato en un tema clave si caemos en la cuenta de que son ellos (as) quienes, trascendiendo la condición de víctimas o victimarios, mejor pueden contribuir con distintas acciones a la necesaria pacificación durante el posconflicto que está comenzando.
Aún más, en palabras de Tognato “cuando el tejido civil de una sociedad está profundamente erosionado, rescatar el accionar de los ‘justos’ nos permite vislumbrar aquella última trinchera en defensa de la democracia en la cual aún sobrevive el ejercicio de solidaridades más amplias, las que llegan a cobijar a ciudadanos distantes, en fin, solidaridades generalizadas”.
Todo lo anterior y mucho más se discutirá en el evento “Los justos en el conflicto armado colombiano”, que organizan varias instituciones académicas y empresariales en asocio con el Centro Nicanor Restrepo Santamaría para la Reconstrucción Civil (CeNiRS), que tendrá lugar mañana, martes, desde las 07:30 a.m., en la Universidad Javeriana.
Este centro ofrece una plataforma para desradicalizar a las sociedades latinoamericanas, despolarizar sus esferas públicas, deslegitimar el uso de la violencia con fines políticos y establecer un horizonte de civilidad en la política de la región.