Por: Jerónimo Rivera*
Especial para EL NUEVO SIGLO
Uno de los los ecos más fuertes que quedan después de la aburridora y predecible ceremonia 86 de los Premios Oscar es la omisión del nombre de Leonardo DiCaprio entre los ganadores. Una vez más la Academia deja al actor sin reconocimiento y se completan con ésta cuatro nominaciones sin ningún premio, levantando protesta en buena parte de la audiencia que plantea que la corporación tiene algo personal contra el estadounidense.
Recientemente, al igual que DiCaprio grandes intérpretes como Amy Adams (5 nominaciones), Johny Depp (3), Tom Cruise (3), Glenn Close (6), Sigourney Weaver (3) y Juliane Moore (4) han quedado con sus anaqueles desprovistos de la codiciada estatuilla. Así mismo, directores de la talla de Alfred Hitchcock (5), Stanley Kubrick (5), Robert Altman (5) y Orson Wells (1) nunca ganaron este galardón -Chaplin ni siquiera fue nominado-. Más tarde algunos recibieron a cambio reconocimientos de la industria como acto de contrición por tan imperdonables omisiones.
En contraste, actores menores cuya actuación no pasará a la historia tienen hoy en sus estantes al hombre dorado. Nombres como Octavia Spencer, Melissa Leo, Mo'nique, Jim Broadbent, James Coburn, Cuba Gooding Jr., Mercedes Ruehl, Nicolas Cage y Jack Palance aparecen en el listado histórico de ganadores. ¿Podría alguien afirmar que es mejor intérprete Cuba Gooding Jr. que Glenn Close o Johny Depp? Por supuesto hay que entender que estos premios no reconocen la trayectoria sino una actuación en particular.
Un caso similar ya había ocurrido con Al Pacino, uno de los mejores actores de su generación, que había sido nominado 6 veces entre 1973 y 1991 (con papeles tan inolvidables como Michael Corleone, Tony Mottola y Sonny Wortzik) y que en 1993 tenía dos nominaciones (Actor principal y de reparto) por filmes menores. Ese año la Academia lo premió como Mejor actor por uno de los roles menos trascendentes de su carrera: el de un coronel ciego en “Perfume de mujer”. Sospecho que a DiCaprio le pasará lo mismo.
Pocos ponen en duda que DiCaprio merezca un Oscar, pero… ¿realmente lo necesita? A diferencia de muchos ha tenido la oportunidad de trabajar para los directores más sobresalientes de los últimos años en algunas de las producciones que serán recordadas por décadas. Nombres como Eastwood, Scorsese, Howard, Luhrmann, Cameron, Boyle, Spielberg, Nolan y Tarantino ya están asociados al suyo. Los premios no hacen al artista y ciertamente DiCaprio, como muchos otros, ya ha recibido el reconocimiento más importante: el del público. /*Profesor de La Universidad de La Sabana.