El pasado domingo, 27 de mayo, los colombianos de todo el mundo siguieron expectantes el recuento de votos para elegir el próximo Presidente de Colombia, tras el cierre de las urnas en el país. Los resultados arrojaron una participación del cincuenta y ocho por ciento de los colombianos y, sorprendentemente, los profesionales que predicen y basados en encuestas dichos resultados estuvieron muy cerca de lo que ocurrió en realidad.
Quienes lideraron los resultados fueron Iván Duque y su fórmula para la Vicepresidencia, Martha Lucía Ramírez; y, quienes perdieron o fueron castigado con el favor popular fueron el actual Presidente de la República, Juan Manuel Santos, y aquellos quienes lo acompañaron o de alguna manera los relacionaron a su gobierno. Así quien también salió como dicen en el lenguaje político quemado fue el exvicepresidente de la República, Germán Vargas Lleras, después de haber manejado la chequera del actual gobierno en temas de infraestructura y vivienda y aun así no sacó ni siquiera el resultado que tuvieron las listas de candidatos al Congreso de su movimiento político Cambio Radical. Y quién recibió el peor castigo en la votación fue Humberto De la Calle, exvicepresidente y exjefe de la comisión negociadora del acuerdo con las Farc, quien actuó como candidato del Partido Liberal. Sus electores no llegaron ni siquiera al umbral que permite a los candidatos solicitar el reintegro de financiación que la Ley establece, lo que además deja también visible el gran fracaso de ese partido, en cabeza del expresidente César Gaviria.
Ahora, lo más sobresaliente de los resultados, fue el éxito de la alianza que se hizo alrededor de Sergio Fajardo. Mirando el desarrollo de la última semana de las encuestas, si la fecha de elección hubiera sido ocho días más tarde seguramente, por la tendencia que llevaba, hubiera sobrepasado la votación de Gustavo Petro. Además, otro hecho que hay que resaltar en el caso de Sergio Fajardo es que ganó en la ciudad de Bogotá, donde supuestamente Germán Vargas Lleras tenía el fuerte de su campaña.
Quedamos entonces listos para la segunda vuelta que se dará en 19 días; entre Iván Duque y Gustavo Petro. En otras palabras, nos estamos acercando a la hora de la verdad y al momento más decisivo y angustiante del futuro de Colombia. El país tendrá que tomar posición en uno de dos extremos. Tendremos que votar entre ideologías políticas absolutamente diferentes, contrastantes, y visiones de Estado muy apartadas. Todo se definirá el 17 de junio, una fecha de la trascendencia para nuestro futuro y el de las nuevas generaciones. Quiero invitar a todos los colombianos a ser conscientes de lo que está en juego. Tal vez nunca antes habíamos estado ante una fecha tan trascendental en nuestra democracia. Tenemos que asumir nuestra responsabilidad, fortalecer nuestra institucionalidad, velar por que no haya impunidad, ser defensores de la verdad y ejercer nuestro derecho a participar en la elección del futuro mandatario de nuestro pueblo. No es el momento de las timideces sino de las decisiones.