El Padre Alirio… | El Nuevo Siglo
Jueves, 24 de Mayo de 2018

¡Por Dios! Que alguien nos tire un salvavidas.

A tan solo una semana para votar por el futuro de Colombia, en medio del feroz invierno que azota a todo el país y que tiene en vilo el proyecto de ingeniería hidráulica  Hidroituango donde se han invertido más de U$ 8 billones; sería pertinente que reflexionáramos con la cabeza fría sobre la importancia de las próximas elecciones porque estamos haciendo agua. Nos estamos ahogando.

Pareciera que, al igual que el proyecto de Hidroituango, finalmente el buque al comando del cadete naval JMS hizo agua en todos sus frentes.

Por lo demás, no deja de ser paradójico que fuera bajo el gobierno corrupto y amoral de JMS que se produjeran grandes catástrofes tanto humanitarias, como de infraestructura: La Ruta del Sol y las ministras impolutas, el puente de Chirijara en Villavicencio por quien nadie asume, ni da respuesta, Mocoa, Gramalote, donde se perdió la estatua del Dr. Laureano Gómez, Tumaco. Ni hablar de Odebrecht. Ahora, Hidroituango.

Quien se aleja de Dios, proviene las desgracias…

Nos estamos ahogando en corrupción.

En una interesante entrevista el señor Fiscal General de la Nación Dr. Humberto Martínez Neira a Claudia Gurisatti, del canal RCN, mencionó sobre los casos de corrupción más relevantes como lo son: Odebrecht, Hemofilia, campaña presidencial JMS y la JEP quien, al parecer, no alcanzó a nacer cuando en su primera semana de vida realiza un prevaricato al pronunciarse por encima de las instancias del poder judicial como la Corte Suprema de Justicia, la misma FGN, la PGN, el tratado de extradición vigente entre los EE.UU y Colombia con el apoyo vergonzante, por lo demás, de la Conferencia Episcopal colombiana ante los ojos indignados de sus feligreses.

Nos estamos ahogando en el caso de Santrich.

El único valiente en levantar su voz ha sido el padre Alirio quien desde su homilía dominical dijo lo siguiente:

“Un mensaje al señor Álvaro Leyva, ¿lo conocen?

Ha dicho que se me fueron las luces comparándome con el fraile Tomás de Torquemada, confesor de la reina Isabel la Católica, diciendo el que yo soy lo más parecido al fraile del siglo XV. Pues, bien. Prefiero que se me vayan las luces a no ser cómplice de estas decisiones porque el señor Santrich debe regresar a la cárcel y esperar la sentencia de su extradición. Captura que no fue por parte de una estación de policía sino de la DEA y la FGN. Ellas, hicieron este proceso”.

Más adelante, el padre Alirio menciona el caso de aquel niño que sufría de cáncer, le imploraba a los señores de las Farc que por favor lo dejaran ver antes de morir; él y el secretariado de Farc no tuvieron ninguna compasión. También, mencionó el caso de los soldados y civiles secuestrados y asesinados.

“Mi decisión se mantiene y recuerdo las palabras del reverendo Martin Luther King quien decía que una nación se pierde a su misma cuando sus gobernantes legalizan lo malo y prohíben lo bueno y cuando la Iglesia, cobardemente, se vuelve cómplice  con su silencio”.

Tremendo, el padre Alirio.

¡Pongámonos serios! Estamos jugando con candela.

Puntilla: Mientras tanto, si el señor Santrich dijo que cancelaba, temporalmente, su “huelga de hambre” ¿por qué el gobierno de JMS y su ministro del interior Rivera no son igual de diligentes para trasladarlo, temporalmente, a la Picota, donde debe estar?