Reingeniería a control fiscal: excontralores | El Nuevo Siglo
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Miércoles, 23 de Mayo de 2018
Redacción Nacional
Para Ossa Escobar y Hernández Gamarra, la entidad requiere de herramientas que hagan más efectiva su labor

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Ciñéndose al texto constitucional, tal como fue aprobado en la Reforma de Equilibrio de Poderes, el Congreso está a punto de aprobar las reglas para elegir el próximo Contralor General de la República.

¿Qué retos tendrá en funcionario que designe el Legislativo en menos de dos meses? Los excontralores Antonio Hernández Gamarra y Carlos Ossa Escobar le dijeron a EL NUEVO SIGLO cuáles creen que son.

 

Fortalecimiento institucional

 

Para el excontralor Hernández Gamarra lo que debe haber en la nueva gestión que llegue a la Contraloría General de la República es uno de los pasos que debe dar la sociedad colombiana para recomponer la institucionalidad de todos los poderes públicos.

Hay un debilitamiento del Ejecutivo, el Legislativo y el Judicial y de ello no se escapan, aunque en menor grado, las autoridades de control, señaló el exfuncionario.

Lo que hay que hacer es un replanteamiento a fondo del sistema electoral en primer término para abaratar el costo de hacerse elegir y por esa vía poner freno al tema de la corrupción.

En lo referente al control fiscal, Hernández sostuvo que es necesario fortalecerlo, poniéndolo como cabeza única del Sistema Nacional de Contralorías.

“Yo creo que debe haber una sola Contraloría, la nacional, eliminando las departamentales y municipales, y poner el proceso de responsabilidad fiscal o los juicios de responsabilidad fiscal en cabeza de la Rama Judicial, es decir de alguien distinto de la Contraloría y en esta entidad únicamente dejar fundamentalmente las labores de evaluación del gasto y ejecución de los ingresos y el análisis de la políticas públicas y quitarle las funciones judiciales que hoy tiene”, sostuvo.

Es decir, precisó, hay que realizar un cambio profundo en el control fiscal en Colombia. “Es un tema de amplia espectro”, anotó, reiterando que “lo que hay que realizar es una reforma de la institucionalidad colombiana fundamentada en abaratar el proceso electoral y el costo de hacerse elegir”.

Consideró el excontralor Hernández que el método de elección que se usa hoy en día, excepto en cuanto a la facultad de que las cortes tengan esas funciones -que ha sido tan discutido- está bien en cuanto lo elija el Congreso en pleno.

Si las cortes no eligen el Contralor, lo primero que se debe hacer es fijarle unas condiciones a su calificación, su experiencia, su formación profesional que sea muy exigente. Y segundo, que la postulación sea libre, pero desde luego con la posibilidad de que la universidades jueguen un papel en ello, pero sin restringirla.

Al hablar sobre el modelo de control que se debe realizar en Colombia, Hernández dijo que el control previo produjo enormes daños a la institucionalidad colombiana porque se convirtió en una coadministración de la peor especie que no era para obstaculizar las políticas en sí mismo, pero que lo alteraba en todo el tiempo las condiciones previamente establecidas.

“Estoy de acuerdo en que el control previo se haya eliminado en la Constitución de 1991”, sostuvo Hernández Gamarra.

Lo que sí es fundamental como complemento de esa eliminación es la existencia de la función de advertencia, que desafortunadamente una sentencia de la Corte Constitucional le limitó esa facultad a la Contraloría y hoy la entidad carece de un instrumento fundamental que es la capacidad de advertir. Y sin control previo y sin capacidad de advertir el control, puede ser desfasado. Hay que buscar que la Contraloría pueda advertir, siempre y cuando no interfiera con las decisiones administrativas del poder Ejecutivo.

 

Las prioridades

 

Para el excontralor Ossa Escobar, quien ocupó el cargo entre 1998 y 2002, entre los retos que debe afrontar quien resulte elegido como Contralor General de la República está en primer lugar establecer una política que permita garantizar el control fiscal en el país, pero que este sea eficaz para luchar frontalmente contra la corrupción.

Debe cumplir con el control fiscal y tal y como lo dice la Constitución de 1991 que es de carácter preventivo en la administración pública.

Debe llevarse el control de todos los entes vigilados al control previo lo que facilita la acción de la entidad de vigilancia y hace mucho más transparente la gestión.

Para Ossa Escobar es necesario que no se desdibuje el control a las entidades del Estado por lo que se debe tener una Contraloría que garantice que quienes actúan contra el Estado serán castigados ejemplarmente.

El exfuncionario señaló que para entender los retos de quien maneje la Contraloría General de la República hay que tener en cuenta las áreas en las cuales se desenvuelve. La primera es el control fiscal que es una de las funciones que ejerce la Contraloría General de la República, vigilando la gestión fiscal de la administración y de los particulares o entidades que manejen bienes o fondos de la Nación. Otra de las funciones tiene que ver con la vigilancia de la gestión pública y la prevención.

Dijo Ossa que la participación de las universidades en el proceso de elección del Contralor General de la República es bueno para el país, pues brindará una mayor transparencia al desarrollo del nombramiento del director del ente de vigilancia y control fiscal.

 

 

Nuevas reglas de elección

 

Para ser elegido Contralor General de la República se requiere como mínimo ser colombiano de nacimiento y en ejercicio de la ciudadanía; tener más de 35 años de edad; tener título universitario; o haber sido profesor universitario durante un tiempo no menor de 5 años.

Además de los requisitos mínimos, el aspirante a Contralor deberá acreditar formación y capacitación profesional, experiencia profesional específica o relacionada con el cargo, y en general todas las calidades adicionales logros académicos y laborales que acrediten el mayor mérito para el desempeño del cargo.

Lo definido la semana pasada por la Cámara de Representantes se reorganiza las etapas del proceso de selección del Contralor y especifica en qué consiste cada etapa del proceso de selección, con el fin de que se realice acudiendo al mérito y el mayor merecimiento de los aspirantes.

Finalmente se establece que el Contralor no podrá ser reelegido ni continuar en ejercicio de sus funciones al vencimiento del periodo, y que en la lista de elegibles deberá incluirse por lo menos una mujer que cumpla con todos los requisitos establecidos.

Se mantuvo el criterio principal: que habrá convocatoria pública para elegir el Contralor, la que ya no será organizada por el presidente de Senado y Cámara, sino por una universidad.

Igualmente para la elección de Contralor General de la República se determinó que tras la selección de la universidad escogida, los quince postulados para continuar en el proceso serán entrevistados por una comisión accidental; de ahí saldrán seis que se presentarán ante el Congreso en pleno para responder un cuestionario elaborado por las mesas directivas de Senado y Cámara.