Ambiente | El Nuevo Siglo
Sábado, 14 de Septiembre de 2019

Continúa la revisión de ¿Cómo Mejorar a Colombia? 25 ideas para reparar el futuro (Ariel, Universidad Nacional de Colombia, sede Bogotá, Bogotá, 2018) por Mauricio García Villegas (editor) y el tema es de actualidad prioritaria y naturaleza transversal, es decir, influye en varios y diversos sectores: “Medio Ambiente y Futuro en Colombia” por Diana Rodríguez Franco (se entiende que no existe parentesco) y Helena Durán Crane. Las autoras, pese al relieve del tema, señalan que solo se le presta atención al requerirse la licencia ambiental y que la desforestación es un indicador de su importancia.

Llama la atención que muchos ciudadanos todavía consideran negativa, opuesta al desarrollo y la prosperidad, la consideración del medio ambiente, lo cual indica falla en la educación. Como evidencia crítica de lo anterior, se menciona la crisis de la Ciénaga Grande de Santa Marta y, como incoherencia, la vanagloria de ser nuestro país uno de los más diversos del mundo. Las autoras profundizan en el análisis del desarrollo económico colombiano a largo plazo y la correspondiente planeación.

Colombia se ha concentrado en la explotación de recursos naturales principalmente el petróleo y el carbón (superaron al café), lo cual origina varios problemas: 1) el modelo “pronto será obsoleto pues va en contra de la corriente mundial” y se debe impulsar la ciencia, tecnología, innovación y fuentes nuevas y renovables de energía y existe el riesgo de afectarse las exportaciones y la OCDE comparte el criterio expuesto, 2) “la visión de desarrollo” de nuestro “modelo es limitada” …”los resultados no son optimistas” en términos de bienestar, equidad, sostenibilidad ambiental. Los municipios mineros se afectarán en agua, hay que controlar la ganadería extensiva lícita e ilícita. En lo psicológico: considerar la posición del “otro”, “dejar de ver al ambientalista como un interlocutor inferior que obstaculiza el desarrollo”.

Los conflictos socioambientales son un problema cada vez más común y preocupante y los ciudadanos y las comunidades quieren participar en las decisiones, lo cual tiende a ser visto como un derecho constitucional, pese a la oposición de sectores del gobierno y del sector privado y algunos entes de control a las consultas populares. Estamos a tiempo de darle vuelta a esta situación.

“Debemos reconocer que los problemas ambientales están interconectados y con efectos más allá del futuro inmediato” y tener en mente que “Colombia es uno de los países más vulnerables a este fenómeno” pero puede “volverse un actor significativo en la lucha contra aquel”. Se debe escoger el nuevo sendero que afectará las próximas décadas. Un vocero internacional es Jeffrey Sachs y, en lo doméstico, José Antonio Ocampo y Hernando José Gómez.