Sin temor a exagerar, se puede afirmar que los resultados de la encuesta de cultura política (ECP), que presentó el DANE hacia finales de marzo, muestran hoy, con diferencia de un mes, la profundización de los temas y exacerbación de los indicadores menos buenos.

Hechos como la significativa discrepancia entre la transmisión del preconteo y el escrutinio en los votos de las legislativas, que según la MOE puede llegar a la increíble suma del millón y medio de votos o la filtración de la intención de proponer perdón social a autores inmiscuidos en procesos de corrupción, pone en tela de juicio la confianza en la institucionalidad y en las garantías democráticas y confunde especialmente a ese 12% de indecisos que aún no tiene decidido su voto y que puede llegar a ser el definitivo.

Esta encuesta de cultura política, cuyos datos se recogieron entre octubre y diciembre de 2021, entre más de veinticuatro mil hogares, dice, para bien, que un 81% de las personas mayores de 18 años considera al país como medianamente democrático o democrático (para el 2019 la respuesta era más alta, un 84%).

Dentro de los principios democráticos, el colombiano atribuye, en la misma encuesta, una gran importancia al derecho a elegir y ser elegido, seguido por la posibilidad de elegir por voto popular a las autoridades locales o nacionales y cerca del 77% de las personas considera que es muy importante vivir en un país democrático. Luego, no le es al colombiano para nada indiferente pensar en no defender con su voto al sistema.

La encuesta arroja una percepción de corrupción muy alta y progresiva (65% para el 2019 y 73% en el 2021) y es posible que los hechos mencionados la empeoren.

Si bien entre los casos más graves de corrupción se asociaba al sector de la salud, en el 2021 esta baja, mientras suben los casos en el sector de la educación por los contratos de la alimentación escolar. La confianza en la Registraduría, que ya venía en retroceso (pasó del 31% en el 2019 al 18% en el 2021), ahora exige tomar medidas que impidan su declive, más aún en la proximidad de las elecciones presidenciales.

Aunque la encuesta muestra un país con tendencia hacia el centro, las consultas señalaron que quiere definirse entre la derecha y la izquierda. Los resultados identificaron el 44% en el centro, 14% de izquierda, 18% de derecha y 24% como que no sabe.

El grupo que no marca una avenencia ideológica es posiblemente el mayoritario entre quienes no han decidido su voto y necesita propuestas sensatas, no populistas como la seguridad en un cambio frente a la lucha contra la corrupción.

Vale la pena mencionar que en la encuesta se adujeron entre las razones de no votar: desinterés, corrupción de políticos, promesas sin cumplir y falta de credibilidad en el proceso electoral. Bastan estos puntos para entender qué espera el votante, sobre todo el más escéptico, que va a decidir al final y puede ser el determinante.

*Presidente Corporación Pensamiento Siglo XXI

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