La hora de la alineación | El Nuevo Siglo
Miércoles, 1 de Junio de 2022

Cumplidas las elecciones presidenciales en primera vuelta los candidatos que quedan en el campo emprenden sus estrategias y comienzan los movimientos desde el nuevo punto de partida.

La alineación parece ser simple si fuera sólo por el hecho de convenir o no con una posición de izquierda. Sin embargo, muchos están en proceso de asimilar su nueva preferencia, si apoyaron a alguno de los candidatos perdedores en primera vuelta y luego de aceptar el resultado final. De todas maneras, se entra en un modo reflexivo para el embate final.

Entonces se empiezan a hacer toda clase de conjeturas, que son más difíciles de lo común porque esta vez está en el juego un candidato independiente, no amarrado a ningún partido político ni a coalición de las primarias, que fue la sorpresa y un vivo reflejo de cómo las emociones influyen a la hora de ejercer la política.

Según la filósofa Martha Nussbaum: los ideales políticos se apoyan en gran medida en las emociones. El candidato Rodolfo Hernández vincula su exitosa comunicación y campaña precisamente a ese despertar de las emociones, con un lenguaje, más que suelto, en un mensaje básico de: “no robar, no mentir, no traicionar y cero impunidad”, pero más allá en su arremetida contra la corrupción y la andanada por la austeridad del gasto.

Además, vale la pena añadir, llega a los jóvenes, muchos de ellos millelians y centennials, que según el publicista Juan Carlos Ortiz, tienen otra forma de razonar. Primero sienten, luego escriben (redes y chat) y finalmente piensan. De ahí lo importante de las imágenes, videos y mensajes cortos y contundentes. Muy contrario a la oratoria que esperaban las anteriores generaciones.

Esas emociones, dice Nussbaum, se encausan positivamente cuando se confía en un proyecto político que permite el desarrollo de mis capacidades, habilidades y destrezas o en una agenda propositiva, pero es destructivo cuando no lo hace posible por divisiones originadas en emociones como la envidia o el resentimiento.

La primera semana de tres en la carrera hacia la segunda vuelta entra en todo su vigor y los expectantes se preguntan más que antes por el equipo que va a gobernar según la perspectiva de cada candidato, por el perfil de sus fórmulas vicepresidenciales, por el gabinete de ministros y los apoyos o alianzas en la mira.   

Hoy los interrogantes son:  cómo se va a gobernar, cómo se va a pasar de las emociones al proyecto político, cómo se van a cumplir las promesas y cuál es el equipo. 

De todas maneras, si no hay partido de gobierno o coaliciones mayoritarias, el liderazgo del próximo presidente va a depender de una finísima capacidad de concertación o consenso para sacar las reformas decisivas, de la mano del Congreso y de una alta conexión con la ciudadanía, que ahora se mueve muy rápido por causas específicas.

De ahí la importancia de aunar los apoyos decisivos, no solo por la razón de alcanzar el porcentaje para ganar, sino propiamente para gobernar. Cómo será la alineación, como se dice en el fútbol, es ahora la pregunta clave.

*Presidente Corporación Pensamiento Siglo XXI

atisbosmariaelisa@gmail.com