La senda de la inflación | El Nuevo Siglo
Lunes, 22 de Marzo de 2021

La emergencia económica en reacción a la pandemia generó ciertas respuestas de momento que, según las circunstancias, han llevado a hacer uso de las reservas, a ahorrar de manera preventiva, mantener efectivo, restringir los gastos y acudir a alivios y en casos más extremos a liquidar inversiones o sortear el desempleo, con la esperanza no sólo de recuperar la senda de la normalidad - bien con la vacuna, los tratamientos y la adaptación del sistema de salud- si no de la pronta recuperación económica. 

La curva de la recuperación se ha dibujado en forma de distintas letras -u, v, w- con la fe de un rápido o al menos sostenido repunte. Podría pensarse que en la medida que la vacunación avanza se estira el acordeón y el escenario de la demanda se alienta.

Las posibilidades de crecimiento económico y de reducción del desempleo son las variables determinantes de este año llamado de transición. Sin embargo, así como el año 2020 y el primer trimestre de 2021 caminó de la mano del dilema entre la protección de la salud y la economía, este año de transición igualmente se enfrenta a la dicotomía de crecer, con una política expansiva monetaria y fiscal para volver a ganar el potencial perdido, a costa de una mayor inflación. 

Aunque el costo de vida en Colombia registró en el año del covid-19, en el 2020, la cifra más baja vista en la historia, desde los 50’s, con una tasa del 1.61% a diciembre, que es claramente el reflejo de la recesión con su consecuente caída de la demanda interna y el mayor desempleo, la cautela es importante.

El tema crudo para la junta del Banco de la República es combinar las posibilidades de crecer sin que la inflación se dispare o se acelere más allá de lo esperado, lo cual puede estar ocurriendo ya en algunos sectores, que significa no poder comprar lo mismo con iguales recursos.

En cierta manera el banco central da un parte de tranquilidad en su informe de comienzos de año al considerar que la inflación se mantendrá hacia la baja en este primer trimestre y luego entrará en ascenso, pero sólo hasta diciembre de 2022 tocaría una tasa del 3% mientras para el 2021 pronostica el 2.7%. Bajos ajustes en salarios, arriendos y en algunos servicios públicos son algunos factores que hacen pensar en esta proyección.

No obstante, existen muchos temores a nivel internacional básicamente por la elevada deuda y gastos de los gobiernos. En Colombia, de todas maneras, con esta perspectiva, por ahora, es posible que el banco central comience a pensar en aumentos de la tasa de interés de intervención sólo hacia finales del año, que llegaron a un mínimo histórico del 1.75%. Mas vale la cautela. 

*Presidente Corporación Pensamiento Siglo XXI

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