Las pensiones | El Nuevo Siglo
Sábado, 13 de Abril de 2019

La cuestión que está sobre el tapete, materia de reflexión entre todos los que nos preocupamos por las finanzas oficiales y los asuntos sociales, no deja de inquietar. Lo de las pensiones es una de ellas. Todos los colombianos una vez que se cumple una determinada edad y años de vida laboral, durante la cual, los patronos, mejor dijéramos para quien se trabaja, han aportado, mejor dicho han pagado a una de las entidades que por ministerio de la ley se ocupan de ello, un pago que se supone debe incrementar la cuenta de los pensionados.

En esos fondos se acumulan los recursos para atender a los pensionados en el futuro. Así se forma la base con la cual se calcula el monto de la pensión a la cual tienen derecho los trabajadores. Bien parece que nada de eso se ha cumplido a cabalidad y que los regímenes pensiónales en muchos casos dependen del brazo que tenga el futuro pensionado o su sindicato con su patrón. La ley ordena que le sea consignado en su cuenta  el aporte; puede suceder entonces que la cuenta de los pensionados no alcance, suele ser deficitaria;  lo disponible puede no alcanzar para pagar las obligaciones pensiónales, de suerte que este rubro bien parece resultar deficitario. Ese rubro tiene una tendencia creciente, así que los encargados de las finanzas públicas andan bastante inquietos como lo estamos todos, pensando en esta obligación para quienes han servido leal y fielmente con su trabajo y esperan que los años de su vida que todavía les restan por vivir, sean amables.

Como el temperamento nuestro es bastante ajeno y digamos indiferente con respecto a la vida del prójimo, nos hemos alzado un poco de hombros con respecto a los futuros pensionados para quienes el dinero disponible no alcanza o no alcanzará en el futuro, porque ahora les está pasando a todos los que han accedido a este beneficio que deben obtener la justa retribución por los años servidos. Tenemos que concluir que algo no anda bien con los pensionados de hoy y con los de mañana.

En diversos países de Europa cuyas sociedades, el estado debe proveer el correcto y sano desarrollo del ciudadano nadie, al llegar a una determinada edad, queda desprotegido. Sin importar lo que se haya pagado durante su vida laboral a un fondo para financiar su pensión. Solamente la edad es indispensable para comenzar a  disfrutar de una  remuneración que le permita sobrellevar dignamente el resto de su vida. Lo nuestro no es así. Tiempo de trabajo, edad y cuantía del aporte que haya hecho el trabajador, son elementos básicos para que tener derecho a ser pensionado. No es nada fácil la tarea que tienen por delante quienes se están ocupando de este tema. “Poner a bailar ese trompo en la uña” se dice de las cosas difíciles de manejar, como es arreglar lo de las pensiones.