“¡Pásenla por inocentes!”: Maduro | El Nuevo Siglo
Lunes, 1 de Enero de 2024

Los Reyes Magos venían de oriente guiados por una estrella buscando al Rey de los judíos. En Jerusalén se encontraron con Herodes y lo enteraron de los propósitos de su viaje. Herodes les encomendó que, cuando regresaran, le contaran dónde encontrar al recién nacido “para ir también a adorarlo”. Era mentira, quería matarlo. Los Reyes regresaron por otro camino y Herodes, al verse engañado, ordenó matar a todos los niños menores de dos años. De allí nació la costumbre de decir mentiras creíbles el Día de los Inocentes.

Los medios solían publicar una noticia falsa pero creíble para burlarse de sus lectores. Por eso el 28 de diciembre, cuando leí que Maduro había ordenado la movilización del ejército, marina y aviación para contrarrestar la presencia de “un potente barco de guerra” inglés en las costas de Guyana, un gesto “defensivo como respuesta a la provocación y a la amenaza del Reino Unido contra la paz y la soberanía de nuestro país", según dijo, y había pedido a Guyana "tomar acciones inmediatas para el retiro del buque y abstenerse de seguir involucrando potencias militares en la controversia", a lo que Guyana dijo que no tiene “planes de una acción ofensiva” contra Venezuela y el gobierno británico agregó que se trataba de maniobras de rutina iniciadas a principios de diciembre y pidió a Venezuela cesar sus acciones injustificadas contra su antigua colonia, pensé que era una inocentada.

Pero ¡sorpresa! no se trataba de una broma, sino de un hecho real. El dictadorzuelo ordenó operaciones militares a gran escala en la frontera guyanesa. Como siempre, cometió varios errores. El “potente barco de guerra” es el HMS Trent, una patrullera de 90 metros de eslora, dos metros más larga que el ARC Simón Bolívar, un barco científico colombiano que acaba de zarpar hacia el polo sur.

El Trent lleva una tripulación de 50 marineros, un cañón y dos ametralladoras.  El Simón Bolívar tiene 65 tripulantes y va desarmado. Maduro ignoró que el derecho internacional no limita la navegación de buques militares en el mar abierto y que estos pueden navegar y entrar a puerto con permiso del Estado costanero, y que el odiado “imperio británico” no es como Colombia cuando, en agosto de 1987, ante la amenaza de los Exocet venezolanos, la Corbeta ARC Caldas, que sí es una nave de guerra, tuvo que salir con el rabo entre las piernas del Golfo de Venezuela, adonde había sido enviada desarmada por un irresponsable almirante.

El hecho de que Maduro haya tomado del pelo a Biden, no significa que pueda hacer lo mismo con los ingleses. El Trent es sólo una advertencia. No podemos olvidar la guerra de Las Malvinas.

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Coda: Hablando de barcos, el ARC Caldas fue integralmente fabricado en Colombia y es una muestra de lo avanzado de nuestra industria militar que produce, además, las patrulleras marítimas y fluviales, los puentes militares, sus propios fusiles con asesoría israelí (ojo, Petro), pistolas y línea hospitalaria. Cuando el Covid 19, trataron de producir respiradores médicos pero el Invima se atravesó como una mula muerta y prefirió que se importaran a alto costo y pésima calidad.

La industria militar está a punto de producir aviones remotamente tripulados (drones). Estos vehículos tienen capacidad de volar largas horas sin recargar combustible y, depende de su dotación, pueden fotografiar extensas áreas de día o de noche y, si fuere el caso, convertirse en una potente arma militar. En Colombia los requerimos para vigilar oleoductos y, de usarse para evitar deforestación, minería ilegal o narcotráfico, resuelven un problema grave a bajo costo.