Hace muchos años, la primera vez que viajé a Europa, un taxi movido por hidrógeno, me llevó del aeropuerto al hotel. Desde entonces me estuve preguntando por qué ese experimento -de eso se trataba- no hizo curso. 

El alcalde Daniel Quintero de Medellín acaba de decir que a partir del 2035 no circularán más carros de diésel o gasolina por la ciudad. Han surgido objeciones: que la meta es ambiciosa, que no habrá suficientes puntos de carga, que qué se va a hacer con los carros de gasolina, que el alcalde no tiene facultades. Nada de eso es cierto y no creo que la ley prohíba adoptar esa medida y si lo prohíbe hay que cambiarla. No vivo en Medellín y de Quintero tengo malas referencias. Pero voy a dar algunas razones por las cuales defiendo esa idea que es la única, repito la única, que va a permitir a la humanidad sobrevivir al cambio climático. 

Noruega es el país más avanzado en esa materia. Los híbridos no alcanzaban en 2012 ni el 5% de la cuota de mercado, pero hoy los híbridos convencionales, híbridos enchufables y eléctricos están por encima del 80%. Las matrículas de carros de combustión, que hace unos meses eran de 8.000 vehículos, cayeron a menos de 1.000. La meta es que su venta estará prohibida a partir de 2025 y se está ampliando a maquinaria y barcos. ¿Cómo lo han hecho? Una tendencia cultural general y una oferta amplia de modelos. Dentro de 10 años no habrá dónde recargar gasolina. Por supuesto ha sino necesario adaptar sitios de recarga, bajar el impuesto de ventas y los peajes. Han instalado la planta de reciclaje de baterías más grande de Europa, que permitirá reciclar el 95% de las baterías. 

La Unión Europea apunta a prohibir la venta de vehículos de combustión para 2035, pero varios Estados, como Holanda y Suecia están en el plan de adelantarse varios años a esa meta. Para 2050 se espera que no circule ningún vehículo contaminante, ni siquiera aviones. 

De otro lado, los grandes fabricantes también apuntan en la misma dirección. Todas las marcas americanas, japonesas, chinas, coreanas y europeas tienen metas, unas más y otras menos ambiciosas, para eliminar los motores de combustión en sus productos. Jaguar para el 2025, Audi 2026, Opel 2028, Ford, Volkswagen y Volvo para 2030. Los demás han anunciado que suspenden el desarrollo de motores de combustión y se concentrarán en eléctricos y de hidrógeno azul y verde.  

Los precios de los eléctricos son hoy muy superiores a los corrientes, aunque si se hacen cuentas de los costos de mantenimiento y las ventajas tributarias, no lo son tanto. Pero el banco suizo UBS estima que pronto, como en 2024, ya no existirá diferencia porque los precios de las baterías están bajando. 

De manera que Quintero no anda mal en esta materia. Pero es claro que hay que planear, ir construyendo las estaciones cargadoras (que inicialmente deben ser gratuitas como en París), ordenar que los nuevos edificios estén dotados de estaciones y otras medidas. Estamos a 13 años del 2035 y hay tiempo (medido en términos civilizados), aunque en Colombia estamos acostumbrados a las demoras como el Túnel de la Línea, la refinería de Cartagena y el deprimido de la calle 94 con autopista norte en Bogotá. 

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Coda: Es repugnante que hayan retirado la candidatura del exministro Fernando Ruíz para la OPS. ¿Creerán en serio que sirve más a los intereses colombianos o comulga mejor con las ideas de Petro el candidato de Bolsonaro? ¡Politiquería!