Reanudar | El Nuevo Siglo
Sábado, 23 de Junio de 2018

Este escrito es continuación de “Interregno” (mayo 19) donde se avanzó en la motivación probable del despido del servicio público, de quien escribe, por la gestión presidencial de Belisario Betancur; dicha administración acudió al procedimiento de las facultades discrecionales, es decir, permaneciendo oculta la motivación hasta hoy y, tal vez, para siempre. Se expuso en “Interregno” la esencia de un par de artículos personales y pertinentes: “Eliminar la Discrecionalidad” (1991) y “La Pseudomoralidad. Un bosquejo conceptual “(1988) y se indicó la generosa rectificación del diario El Tiempo en 1984.

 Se informó la futura presentación de una tercera fuente de análisis y tal es el propósito de estas líneas; dicha fuente es constituida por correspondencia enviada a Augusto Ramírez, en 1984 y 1985, ministro de relaciones exteriores de Betancur. Se puso énfasis en la misiva de 1984, entre otros, a los siguientes aspectos: solicitud de revocatoria del decreto de insubsistencia 822 de 1984; coincidencia entre la insubsistencia e información adversa en El Tiempo luego rectificada; influencia del elemento “imagen” no siempre simultánea con la realidad; función de la Justicia Paralela de los medios de comunicación, pese a la ausencia de metodología científica; mención a concepto favorable del doctor Abdón Espinosa Valderrama y, en el mismo sentido, de la Corte Suprema de Justicia; indicación pertinente de la Procuraduría General de la Nación y, por último, exhaustivo informe sobre labores desempeñadas como Consejero en la Representación Permanente de Colombia, en Montevideo,  ante la Alalc y comienzos de la Aladi. Esta parte final corresponde a desconfianza, apena decirlo, con el Gobierno Nacional.

La nota fechada en 1985 comienza por solicitar el reintegro al ministerio de relaciones exteriores vista la ausencia comprobada de pasado judicial y la respuesta fue negativa; se le recuerda a la cancillería que ha cometido errores, se formula la conveniencia de eliminar las facultades discrecionales; detectar las verdaderas causas en los actos disciplinarios; señalar las razones detrás de las sanciones disciplinarias; se recuerda la promesa presidencial de resolver los problemas de los ciudadanos y no creárselos. Por último se pide que la correspondencia comentada se coloque en la hoja de vida de Guillermo Franco en la cancillería. Faltó completar temas contemplados en “Interregno”, por ejemplo, sobre las “chivas”, lo cual se atenderá próximamente.