Un presidente en la sombra | El Nuevo Siglo
Lunes, 14 de Noviembre de 2022

La verdad siempre enaltece, tanto a la historia como a sus protagonistas. Es este el caso de Virgilio Barco Vargas, un gran colombiano que conquistó la presidencia de Colombia en 1986 y gobernó cuatro años, en una de las épocas más convulsionadas. Infortunadamente llegó a la Casa de Nariño muy disminuido por una enfermedad. Cucuteño por nacimiento y liberal por convicción fue un ingeniero muy inteligente y con gran experiencia.

Una de sus grandes virtudes era saber rodearse de muy buenos colaboradores. En especial contó con el apoyo y las luces de don German Montoya, quien tomó las riendas administrativas del gobierno y más adelante por años fue presidente de Colmotores.  Varias fueron las conquistas logradas en ese cuatrienio: la recuperación del río Magdalena y la declaración de la Amazonia colombiana como "gran resguardo" indígena.

Barco podrá ser considerado una figura controvertida, pero nadie puede negar que fue también sustantiva en el proceso de nuestra modernización democrática. Como alcalde Mayor de Bogotá, sentó las bases de la planificación inicial que luego hizo Enrique Peñalosa. Su gobierno se distinguió, además, por ser "de partido único", el liberal, y no permitió la colaboración conservadora. Sin embargo, no lo hacía por sectario, pues era bastante conciliador y respetuoso de las ideas ajenas.

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Tal y como están las cosas en la política de los Estados Unidos de América, el señor Donald Trump tiene secuestrado al partido republicano con su discurso de odio. A partir de su criminal y frustrada toma del Capitolio está decidido sacar del Salón Oval a los demócratas, "cueste lo que cueste". Se comporta como un verdadero desquiciado.

Lo triste de todo este asunto es que el partido cuenta hoy con varias atractivas figuras de las nuevas generaciones, pero Trump quiere copar todo el espectro político. Tiene pendiente un anuncio que ya se da como seguro: su lanzamiento como candidato. Desde luego será un desastre si llegara de nuevo a la Casa Blanca, en sus ansias de vengarse de amigos y enemigos.

Pero no las tiene todas consigo. Sobre su cabeza pende una espada de Damocles, que no es otra cosa que la investigación que le abrió el Senado por los hechos de "su toma". Hay quienes no descartan que pueda terminar en la cárcel debido a la gravedad del asunto. Sería una bendición que esto sucediera, pero hay poco espacio para la esperanza.

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Los primeros cien días del gobierno del presidente Gustavo Petro tienen sabor agridulce. Lo más grave es no haber podido transformar en actos concretos su discurso contra la corrupción. Lo más preocupante es que no da señales de cómo lo podrá hacer. Pero a su favor habla muy bien que está consciente de que su gran reto es la “paz total” y ya ha concretado al Eln para que la semana próxima se inicie las conversaciones.

El canciller Álvaro Leyva Durán será el hombre de confianza del presidente para coordinar todas esas negociaciones. Se conoce como pocos la mentalidad guerrillera y cuenta con la confianza de muchos alzados en armas. De su tino y buen criterio depende cuanto duren las tratativas para poder llegar a buen puerto. Y Petro sabe que se está jugando su lugar en la historia.

En lo relacionado con la reanudación de relaciones con Venezuela, todo depende del grado de cordura que en el día a día haga gala Nicolás Maduro. Aquí si estamos en la tercera dimensión de lo imprevisible. Pero aquí, en el último balance, también debemos darle un compás a la esperanza, porque es urgente arreglar nuestros entuertos con tan difícil vecino.

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En el último balance de las grandes empresas colombianas aparece Ecopetrol como la joya de la corona. También se destaca Almacenes Éxito en el sector comercial. Son dos grandes conglomerados de talla internacional y una muestra de cómo el talento nacional sabe gerenciar nuestros activos. En el tercer puesto aparece Compensar y el cuarto lo ocupa Corona, que lidera la construcción Todo un ramillete de triunfadores para mirar con optimismo el futuro.

Adenda Uno. La Universidad del Rosario se destacó especialmente en el campo educativo, por sus excelentes programas para nuevos ejecutivos.

Adenda Dos. Muy elegante y muy majo lució el presidente Petro en su visita a París, al lado del presidente Emmanuel Macron. Han quedado atrás sus años de tirapiedra.