La regulación de las redes sociales y la Inteligencia Artificial (IA) es hoy por hoy una de las prioridades en todo el globo. Mientras que desde Naciones Unidas se avanza en la confección de tratados modernos y marcos de gobernanza eficaces para estas plataformas electrónicas de circulación de contenidos, no pocos países o bloques multinacionales caminan en la misma dirección.

Ayer fue, precisamente, una prueba de ello. Por un lado, el Parlamento Europeo adoptó, por una mayoría muy amplia, la ley que regula el uso de la IA, quedando a un paso de ser asumida por todas las naciones que integran esa entidad multilateral.

Se trata de una normatividad que desde ya se está convirtiendo en un marco de referencia a nivel global. De allí la gran expectativa que se viene generando desde 2021, atención que se duplicó a partir del momento en que se empezaron a masificar, a comienzos de 2022, las aplicaciones para el uso de estas herramientas de inteligencia electrónica regenerativa.

No fue un proceso sencillo, ya que se analizaron múltiples flancos en torno a los derechos de los cibernautas, propiedad intelectual, límites de la vigilancia, privacidad personal y los riesgos asociados al uso amplio de este tipo de tecnologías para la convivencia ciudadana y la seguridad nacional.

Por otra parte, ayer también la Cámara de Representantes de Estados Unidos aprobó un proyecto de ley para prohibir el uso de la red social TikTok a menos que corte relaciones con su casa matriz ByteDance y en general con China.

La iniciativa, respaldada por una mayoría bipartidista, está dirigida a neutralizar cualquier riesgo de manipulación o espionaje a través de la red social. Aunque falta el visto bueno del Senado, en donde hay posiciones encontradas, es claro que se trata de un tema de amplias implicaciones.

En países de otras latitudes se han adelantado legislaciones y directrices dirigidas a restringir el uso de redes sociales e IA en las aulas educativas, debido a que consideran que su uso afecta las capacidades de aprendizaje, propuesta y concentración de los estudiantes.

Por igual, no pocos organismos de seguridad en todo el planeta señalan que las redes y la IA están siendo utilizadas por grupos radicales y criminales para perpetrar delitos, incentivar discursos de odio, discriminación y violencia, así como para promover posturas extremistas. De allí que urgen que se adopten controles que, respetando las garantías individuales, permitan proteger los derechos colectivos.