Gobernadores, alcaldes y congresistas | El Nuevo Siglo
Miércoles, 14 de Marzo de 2018
  • Acompasar agendas regionales y locales
  • Un alud de reformas en turno legislativo

Definidas ya las nuevas bancadas que integrarán el Senado y la Cámara de Representantes a partir del próximo 20 de julio, los gobernadores y alcaldes de todo el país deberían propiciar reuniones para concretar agendas y planes de acción de los gobiernos departamentales y locales con los nuevos parlamentarios, especialmente con aquellos que sacaron la mayor cantidad de su votación en sus respectivas regiones.

No en pocas ocasiones hemos advertido desde estas páginas que hay una peligrosa desconexión entre el Congreso, los gobernadores y los alcaldes. Muchas veces los mandatarios departamentales y municipales tienen relaciones con los senadores y representantes dependiendo casi que exclusivamente de sus afinidades políticas y electorales, pero no se ve una interacción institucional con toda la bancada, en la que se fijen las prioridades y agendas que los parlamentarios, sin importar su colectividad, deberían ayudar a gestionar y defender no sólo durante el trámite de los proyectos de ley y de reforma constitucional, sino en todas las esferas del gobierno nacional central.

Por ejemplo, ahora que el saliente gobierno debe empezar a confeccionar las bases del presupuesto general de la Nación para 2019 es urgente que los nuevos congresistas busquen instancias de interlocución con el Ejecutivo para evaluar si en esa proyección de gastos de funcionamiento, servicio de la deuda e inversión social los departamentos y municipios están siendo considerados acorde con las necesidades más apremiantes.

Tras las polémicas de los últimos meses, al calor de la campaña electoral, es evidente que uno de los temas que tendrá que abordar el Congreso que se posesione el 20 de julio es el relativo a qué hacer con los llamados “cupos indicativos”, aquellas figuras a través de las cuales se direccionan desde el presupuesto nacional partidas para proyectos, obras y programas regionales y locales. Como se sabe, ese esquema es muy cuestionado porque se considera que por su intermedio hay una compraventa de apoyos entre el Legislativo y el Ejecutivo.

Otro de los temas urgentes a definir entre gobernadores y alcaldes y nuevos congresistas es el relativo a la reforma al Programa de Alimentación Escolar (PAE), que se encuentra en el ojo del huracán debido a que en varias regiones sus recursos terminaron siendo botín de las redes de corrupción y contratación, las mismas que han esquilmado millonarios presupuestos destinados a proporcionar desayunos, refrigerios y almuerzos a varios millones de estudiantes de instituciones públicas. 

De igual manera al nuevo Parlamento le corresponderá adelantar muchas reformas que son clave para el funcionamiento de las regiones. Por ejemplo está en curso el proyecto de ley que modifica el Sistema General de Participaciones (SGP), a través del cual se definen los marcos normativos del traslado presupuestal y del situado fiscal entre el gobierno nacional central, los departamentos y los municipios.

Así mismo el Parlamento elegido el domingo pasado tendrá que ‘meterle el diente’ a un tema bastante complejo como el de la posible eliminación de las contralorías departamentales y municipales, sin duda alguna uno de los asuntos más urgentes en materia de control fiscal eficiente en Colombia, pero que siempre se hunde en el Congreso.

No menos importante será lo relativo a la posibilidad de una reingeniería al régimen de funcionamiento y facultativo de las corporaciones autónomas regionales, que son la autoridad ambiental en departamentos y municipios. Para nadie es un secreto que dichas entidades son blanco de constante polémica, ya sea por su alta burocratización y clientelismo político, o porque no cumplen de manera eficaz su rol como guardianas de los recursos naturales y el desarrollo sostenible. 

A todo lo anterior hay que sumar otras reformas que mandatarios seccionales y locales han considerado como prioritarias y que tienen que ver con asuntos de alta importancia como el nuevo Plan de Desarrollo cuatrienal, el Sistema Nacional de Regalías, la modificación tributaria departamental, el avance de las Regiones Administrativas de Planificación Especial (RAPE), la conversión de muchos municipios en distritos, la solución de los pleitos de delimitación territorial pendientes y un amplio menú de proyectos en curso o anunciados para el segundo semestre de este año.

No puede continuar el divorcio entre las bancadas parlamentarias con sus respectivas regiones. La naturaleza del Congreso es la de encarnar la democracia representativa y por eso mismo le corresponde a los gobernadores, alcaldes, senadores y Representantes delinear agendas conjuntas para defender y gestionar los intereses de sus departamentos y municipios en las instancias del orden nacional.