El reciente escándalo de corrupción que involucra a varios funcionarios públicos, entre ellos, el expresidente del Senado, Luis Alfredo Ramos, tiene un nuevo capítulo. A través de una carta dirigida al fiscal general de la Nación, Néstor Humberto Martínez, Ramos hizo una petición especial de su proceso.
Por otro lado, la suerte de los otros implicados en el proceso, como el exfiscal de anticorrupción Luis Gustavo Moreno y su socio, el abogado Leonardo Pinilla, se definirá en Estados Unidos, luego de que este país oficializara el pedido de extradición de ambos funcionarios.
En medio de los candidatos presidenciales, Ramos era hasta hace unos meses, el posible representante del Centro Democrático y el Partido Conservador. Sin embargo, como lo había informado EL NUEVO SIGLO, dentro del partido político ya se había descartado la posibilidad de que el expresidente del Senado fuera precandidato de esa colectividad.
Ramos expresó en la carta que es un hombre que "no debe nada" y asegura que "la incertidumbre derivada de los escándalos de corrupción ha generado expectativa en los colombianos" y que él, como "hombre que ha sido mencionado en una investigación que adelanta su despacho" quiere hacer una solicitud.
Ramos pidió al Fiscal que "todas las pruebas que tiene en su despacho que se refieran a él "sean puestas de inmediato en conocimiento de la opinión pública".
Lo que es un hecho es que la campaña presidencial que había adelantado el exgobernador de Antioquia por distintas regiones del país, queda en un enredo debido a los elementos probatorios de una red de corrupción, dados a conocer por la Fiscalía junto con la Corte Suprema de Justicia, en los que se encontraba el nombre de Luis Alfredo Ramos.
Hasta este momento, las grabaciones que están en poder de la DEA, no han sido conocidas por la opinión pública y a ciencia cierta no se tiene conocimiento de cuando se levante esa reserva.
Cabe recordar que el exgobernador de Antioquia también ha estado involucrado en hechos de parapolítica, en los cuales fue defendido por su abogado, el cuestionado Gustavo Moreno.
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