Un incremento en la producción y consumo de material plástico, sobre todo de usar y tirar, se ha observado, paralelamente a la gran cantidad de desechos, durante la actual coyuntura generada por el coronavirus.
Ya sobre este tema había alertado el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA), así como también lo han hecho diferentes organismos, señalando que este aumento se da tanto en el uso hospitalario como en el doméstico y probablemente irá en aumento a medida que avance el desconfinamiento de los ciudadanos.
“El manejo incorrecto de tal volumen de productos puede llegar a ocasionar un efecto de rebote, tanto en la salud de las personas como al medio ambiente, y de ahí la vital importancia de emplear desde nuestras casas acciones que aunque parezcan simples, mitigan el impacto que estamos generando, como parte de una respuesta de emergencia efectiva”, indicó Sandra Espinosa, encargada del proyecto Guardianes del Planeta en el Colegio Nueva York de Bogotá.
Con el fin de mitigar el impacto ambiental, Mónica Gaitán, docente del Colegio Nueva York recomienda 4 sencillas estrategias en casa:
Separación consciente de residuos: Una de las formas más habituales de protegerse del contagio es utilizando mascarillas o tapabocas, ya sean desechables o no, y guantes para evitar el contacto con superficies que podrían estar infectadas. El problema es que estos productos se fabrican con material no reciclable, por lo que hay que hay que saber clasificarlos a la hora de desecharlos.
“Botellas de amor”: El llenado de botellas de PET con empaques flexibles ha demostrado ser un mecanismo eficiente de recolección, clasificación y procesamiento de un material que no ha contado tradicionalmente con canales de reciclaje muy establecidos y disponer el papel que se produce en casa.
REC “Recicla, Ensambla y Crea”: Botellas de cristal, bolsas de plástico y otros residuos que acabarían llenando los vertederos pueden convertirse, en una forma de arte sostenible. Las posibilidades llegan hasta donde alcance la imaginación.
Compostaje: Gran parte de la basura que generamos en nuestra casa es materia orgánica, que puede ser aprovechada como enmienda orgánica en huertas y jardines. Para realizarlo es necesario adaptar un recipiente adecuado en el que se irá añadiendo la materia prima. Se puede agregar: cáscaras de huevo, peladuras de frutas y de verduras, pieles de papas, ramitas, hierba húmeda, posos de café. La clave está en combinar el azúcar, la celulosa y el nitrógeno de los diferentes desechos orgánicos con el fin de preparar este abono orgánico que, en esencia, es el compost casero.