- Siguen pico y cédula, toque de queda y ley seca
- Responsabilidad personal en manejo de pandemia
Bogotá amaneció ‘encuarentenada’ y así permanecerá por cuatro días, en un intento por restar velocidad de transmisión al covid-19, que registra una fuerte segunda ola en el país pero especialmente en la capital de la República, Medellín y Cali.
Las consabidas aglomeraciones en el comercio durante el fin de año, los viajes, las reuniones familiares, el relajamiento en las medidas de autocuidado y la falta de disciplina social fueron, entre otras, las causas que contribuyeron al fuerte aumento de contagios y fallecidos por el coronavirus, así como a la ocupación de camas de cuidado intensivo, UCI, que hoy está en 85.3%, de ellas solo un 3.7% con pacientes no covid.
La previsible segunda ola de contagios comenzó a visualizarse en la ciudad desde el 17 de diciembre cuando la cifra diaria de afectados que entrega el Instituto Nacional de Salud reportó más de 4 mil casos, los que progresivamente fueron subiendo -solo con dos excepciones que bajaron hasta 1.300- llegando a un máximo el último día del año con 6.244. Y, en los siete días corridos de éste, los nuevos enfermos por el coronavirus acumulan 30.271, el 32% del total nacional.
Esta radiografía de la salud pública llevó a que la Alcaldesa Mayor adicionara medidas a las que estaban operando como el pico y cédula y el toque de queda nocturno ordenado por el Gobierno Nacional para las regiones que tuvieran una ocupación UCI superior al 70%.
“En este segundo pico de la pandemia que se registra en la ciudad hubo un crecimiento del 32 % de los casos, a diferencia del primer pico, donde el incremento llegó a ser del 27%. Esto se está viendo reflejado en la demanda de camas de casos intensivo, donde hay una demanda importante también por infecciones respiratorias no covid”.
Así las cosas, la mandataria capitalina adoptó tres medidas: declaró la alerta roja hospitalaria, ordenó la restricción total a la movilidad desde hoy y hasta las 4 de la mañana del 12 de enero y el ingreso a cuarentena estricta de Kennedy, Fontibón y Teusaquillo, a partir desde este martes y hasta la medianoche del próximo 21, sumándose a Usaquén, Engativá y Suba que la están cumpliendo desde el pasado lunes y hasta el 17.
Esta restricción total a la movilidad, dijo la Alcaldesa, “es equivalente al simulacro de cuarentena que hicimos cuando comenzamos (en marzo) y las excepciones que operaran son las mismas de ese entonces, los llamados servicios esenciales, entre ellos salud, abastecimiento de alimentos, seguridad, financieros, vigilancia, funerarios y asistencia a niños y adultos mayores.
Estas nuevas disposiciones se suman a las ya vigentes del pico y placa y del pico y cédula, la ley seca (desde las 8 de la noche), el toque de queda que operará de 8 p.m. a 4 a.m., desde el martes y hasta el 17 de enero, al igual que al cierre de algunos lugares al aire libre, precisamente para evitar aglomeraciones como es el sendero de ascenso a Monserrate y todos los parques distritales.
En cuanto a los restaurantes funcionarán acorde con el pico y cédula de los comensales y solamente hasta que inicie el toque de queda. Están autorizados los domicilios.
Vale aclarar que el transporte aéreo y terrestre permanecerá abierto pero hay que tener en cuenta las restricciones que están operando en otros departamentos. Por ejemplo en todos los departamentos de Cundinamarca opera desde hoy el toque de queda nocturno, en el mismo horario de Bogotá. Así que si pretende salir o entrar a la ciudad debe tener en cuenta esta medida. En tanto, el transporte público (Transmilenio, zonal, transmicable, taxis, colectivos y busetas) funcionará normalmente.
Finalmente, para facilitar el retorno de muchos viajeros a Bogotá, que se haría entre domingo y lunes al concluirse el puente festivo, no habrá ciclovía y se recordó la importancia de, una vez en casa, guardar una cuarentena voluntaria mínimo de una semana.
Son medidas duras y, sin duda, nadie quería volver al encierro. Sin embargo la afectación del covid-19 que registra Bogotá es preocupante y aunque se ha reiterado que no podemos bajar la guardia fue evidente que ello ocurrió a fin de año. Las medidas de las autoridades buscan contener la transmisión del virus, pero solo serán eficaces en la medida que todos y cada uno de nosotros asumamos la responsabilidad que tenemos frente a esta pandemia. Autocuidado para proteger a los que están en mi entono debe ser la consigna, y el ritual diario: lavado constante de manos, uso del tapabocas y distanciamiento social.