Tormenta en España | El Nuevo Siglo
Viernes, 8 de Enero de 2021
  • La amenaza de “Filomena”
  • Cortina de humo de Iglesias

 

La crisis política y económica se abate sobre España, agravado el panorama por la tormenta de invierno que ha provocada que Madrid y otras zonas del país estén agobiadas por el frío, la lluvia y la nieve, en una de las estaciones más duras de los últimos años. Fenómeno de la naturaleza que no se esperaba y que llega cuando, precisamente, el covid-19, mantiene en jaque a las autoridades por el aumento de contagiados y muertos. El esfuerzo de algunas empresas, tiendas y comercios por mantener el ritmo de actividad económica se frustra por cuanto las gentes están sitiadas en sus casas y, últimamente, ha caído hasta el consumo con tarjetas de crédito. El desempleo crece y la parálisis turística determina que se acumulen las millonarias pérdidas. 

Todo parece indicar que Castilla y el centro de España afrontan lo que ya consideran algunos como una de las nevadas más fuertes de las últimas décadas. Las tempestades afectan a 350 carreteras y medio centenar de vías alternas intransitables. Apenas se comienza a especular y analizar los desastrosos efectos que tendrá en la producción. En Madrid, almacenes emblemáticos, como El Corte Inglés, han cerrado temporalmente por culpa de la tormenta “Filomena”.  En medio de la crisis invernal, los usuarios de la energía se enteran que los servicios de temporada suben de manera implacable con el gobierno socialista, más que en tiempos de Rajoy. Algunos accesos viales a la capital española han debido cerrar para evitar que los camiones causen mayores congestiones y dificultades. La buena administración de la Comunidad de Madrid que había logrado contener los contagios y mejorar la economía sufre una dura prueba de invierno en forzado encierro, en una de las épocas en las que tradicionalmente aumenta el consumo, dado que allí los presentes navideños suelen darse el día de Reyes. 

“Filomena” no es la única tormenta que afecta a los españoles. Los escándalos y la tensión aumentan por la confrontación política que no ha dado lugar a tregua ni en los días navideños. El movimiento Podemos, con su vicepresidente Pablo Iglesias a la cabeza, en alianza con los separatistas, pretende atentar contra la unidad de España, por lo que intenta burlar la Constitución y sembrar la anarquía, en un esfuerzo retardatario de involución en el que reviven los fantasmas de tiempos de la República y la guerra civil, para bajar de las estatuas a los ganadores de esa gesta y subir a los perdedores, con la pretensión de alterar la veracidad histórica.

Por más que se quiera maquillar la memoria histórica los hechos son incontrovertibles, reconocerlos e interpretarlos es lo que corresponde. Así que lo que se promueve es abrir las venas cauterizadas de la Guerra Civil y registrar más odios para alentar el desconcierto en las nuevas generaciones y fomentar el desencuentro social, cuando con suma inteligencia política habían superado esos antagonismos atávicos y construido una democracia de las más sólidas de Europa.

Se dice que en parte la pugnacidad de Iglesias en estos días contra las fuerzas del orden y la misma monarquía obedece al esfuerzo por desviar la atención del público sobre la grave crisis económica que se crece al desestimular la inversión y malgastar los fondos oficiales. La penosa situación, en cierta forma, podría empeorar con la emisión anunciada para el presente año de 280.000 millones de euros, 12.000 millones más frente a la anterior y muchos temen que so pretexto de combatir la pandemia esos fondos serán tan mal empleados como hasta ahora. Para aliviar un tanto la situación, por fortuna, las autoridades monetarias europeas han bajado de manera considerable los intereses.

Para distraer la opinión, los militantes de Podemos con Iglesias a la cabeza, se muestran críticos con el Rey Felipe VI, el cual conserva una popularidad mayor a la del gobierno civil, lo que les produce envidia. En el discurso de Navidad, el Rey consigue una audiencia del 80 por ciento, con notables muestras de credibilidad y aprobación. Hasta se da el caso de personas que sin ser de manifiesta tendencia monárquica declaran que lo respetan como servidor público fundamental para mantener la unidad de España.

Es verdad que la Cortina de Hierro en la Unión Soviética cayó, como el muro de Berlín, más ese no es fin de la historia, como proclamó el historiador japonés Fujiyama. Resulta que el modelo chavista consigue, por la división o la atonía de la derecha, llegar por elecciones libres al poder en Brasil, Bolivia, Argentina, Ecuador, mientras que en Europa influye en Portugal, Italia y España.