Cinco tecnologías que liderarán la mejora de servicios públicos | El Nuevo Siglo
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Jueves, 10 de Enero de 2019
Redacción Web

Las elevadas capacidades analíticas que proporciona el big data, la revolución de la inteligencia artificial, las oportunidades que brinda la realidad digital, la necesaria e imprescindible ciberseguridad o el prometedor blockchain constituyen, en opinión de Minsait, una compañía de Indra, la base del proceso innovador que están afrontado las administraciones públicas para mejorar la prestación de sus servicios y la calidad de vida de los ciudadanos.

El informe “Innovacion Pública: las tecnologías disruptivas que transformarán las Administraciones”, que acaba de presentar la compañía, analiza las posibilidades de uso y beneficios de estas tecnologías disruptivas, que ya están impactando en los modelos de negocio actuales y en la forma en que las administraciones públicas van a tener que ofrecer sus servicios a la sociedad.

Para Minsait, la innovación de los servicios públicos depende de la voluntad y motivación de los gobernantes, que deben elegir las soluciones digitales que contribuyan a aumentar la equidad de la sociedad y generen confianza gracias a la transparencia de sus políticas públicas. Es por ello que una correcta elección de las inversiones en tecnologías disruptivas de los gobiernos en los próximos años es clave para el futuro del estado de bienestar.

“Nos encontramos en un momento de intenso cambio de la economía y la sociedad, en el que se ha pasado de un entorno en el que prima lo físico a otro en el que prima lo digital y en el que las administraciones públicas deben dar una respuesta integral a los retos y oportunidades que se les presenta en un contexto de cambio acelerado”, destacan desde Minsait.

 

Predecir las necesidades

En el ámbito del big data, los nuevos modelos y métodos algorítmicos como la analítica predictiva y prescriptiva permitirán crear escenarios para la definición de las mejores políticas públicas en ámbitos como la sanidad, la justicia, la educación o la lucha contra el fraude.

La analítica predictiva emplea datos históricos para identificar patrones y tendencias que ayuden a anticipar lo que puede suceder en el futuro. Facilita, por ejemplo, identificar patrones de consumo para predecir la demanda y ahorrar el agua destinada a riego en zonas de escasez, detectar posibles amenazas en la salud con hasta 24 horas de antelación, calcular las probabilidades de que un delito se produzca en determinadas localizaciones o diagnosticar qué empresas son más propensas a evadir el pago de impuestos.

Por su parte, la analítica prescriptiva va un paso más allá, de forma que es capaz de predecir consecuencias, pero también de recomendar el mejor camino para cualquier consecuencia preestablecida. Así, por ejemplo, la combinación de datos demográficos, socio-culturales, económicos o de salud permite adecuar las políticas de atención a la dependencia o encauzar las ayudas públicas, además de conocer las necesidades laborales futuras y crear políticas para incentivar y formar a los estudiantes en las habilidades requeridas.  

 

Mejores servicios y reducción de riesgos

Según afirma el estudio, la inteligencia artificial complementará el trabajo de los empleados públicos y ayudará a prestar servicios de mayor valor añadido y a crear una ciudad más segura.

Gracias a las tecnologías de machine learning, las plataformas conversacionales o chatbots permiten dar respuesta, de forma inmediata y en cualquier momento, a demandas de información del ciudadano que, de otra forma, podrían exigir múltiples contactos con la administración. En el ámbito educativo, por ejemplo, podrían  facilitar a los estudiantes realizar consultas sobre libros y documentación de la biblioteca o resolver dudas sobre las clases.

Asimismo, los sistemas de reconocimiento automático y lectura inteligente de documentos permiten incrementar el valor añadido de los empleados públicos apartándoles de tareas rutinarias y reduciendo los tiempos de resolución de los trámites o facilitar el análisis de expedientes complejos proponiendo las páginas o párrafos de interés y detectando posibles incongruencias.

Por su parte la visión artificial puede facilitar y agilizar el mantenimiento del transporte público o la recogida de residuos,  potenciar la capacidad de las cámaras urbanas para detectar el mal estado de una calzada u optimizar el alumbrado público en vías de poco tránsito.

Por último, los drones también se benefician de la inteligencia artificial para la prevención o mitigación de incendios o el mantenimiento más seguro y económico de infraestructuras.

 

Realidad digital para potenciar la experiencia turística

La realidad digital -término que engloba a la realidad aumentada, virtual y mixta- contribuye a impulsar el turismo de calidad atrayendo a los visitantes a espacios físicos y haciéndoles partícipes de experiencias satisfactorias. Es el caso de la reconstrucción de espacios en ruinas o históricos, apps que ayudan a conocer los puntos de interés turístico de una zona y mejorar la movilidad urbana o programas de incentivación del comercio o restauración local.

Asimismo, la interactividad, uno de los principales atractivos de esta tecnología, la convierte, según los expertos de Minsait, en una potente  herramientas para captar la atención de los estudiantes, así como para reducir el consumo y costes de materiales y eliminar riesgos, tanto en la Formación Profesional como en el entrenamiento de profesionales de la administración (policías, bomberos…).

La realidad digital también facilita que las personas con movilidad reducida puedan vencer sus limitaciones corporales y experimentar sensaciones y experiencias únicas. Permite, además, el diseño de soluciones que contribuyan a mejorar los tratamientos rehabilitadores de fobias o trastornos neurobiológicos. 

 

Lucha más eficaz contra la ciberdelincuencia

Las administraciones públicas requieren de soluciones de seguridad integral que permitan proteger la huella digital y los datos en un mundo híper conectado en el que el cibercrimen tiene un impacto global de cerca del 1% del PIB mundial.

Tanto las empresas como las administraciones públicas deben formar a sus profesionales mediante plataformas que permitan practicar y experimentar en entornos controlados para saber actuar ante un posible ciberataque y evaluar si las soluciones de seguridad que se están aplicando son suficientes.

Por otro lado, la biometría está llamada a convertirse en el método de identificación más usado en el futuro ya que puede asociarse a un individuo concreto, es cómoda al no tener que recordar contraseñas o certificados y altamente resistente al fraude. Permite, entre otras cosas, agilizar y hacer más seguro el control de fronteras o garantizar que una misma persona no pueda estar cobrando la misma ayuda pública más de una vez.

El informe también hace alusión a la necesidad de invertir en concienciación social para que los usuarios tengan suficiente información y usen los dispositivos con acceso a una red de la forma más segura.

 

Transacciones más transparentes y seguras 

Según destaca el estudio de Minsait, la utilización de tecnologías basadas en blockchain permitirá optimizar la forma en que se relacionan las administraciones públicas con los ciudadanos y empresas. Aporta grandes beneficios como dotar a los servicios de mayor transparencia y seguridad, reducir los costes de las transacciones e impulsar una participación más activa en las decisiones de las autoridades garantizando la identidad digital y el anonimato.

Entre sus aplicaciones destaca la digitalización de los registros de información y su administración dentro de una infraestructura segura ofreciendo al ciudadano la posibilidad de detectar cambios no autorizados en sus registros y convirtiéndole en el único dueño de sus datos.

Otros ejemplos son el establecimiento de la identidad digital soberana, la reducción de plazos y costes de las operaciones del Registro de la Propiedad y mejora del control de los inmuebles, o la dinamización de la economía local a través del lanzamiento de su propia moneda virtual con la que los ciudadanos y turistas obtienen ventajas por adquirir bienes y servicios en los comercios y evitan cargos duplicados.