Protocolos del Eln, un 'arma' de polémica | El Nuevo Siglo
Fotomontaje ENS
Lunes, 28 de Enero de 2019
Redacción Nacional

Sigue el tire y afloje por el tema del protocolo suscrito entre el gobierno de Juan Manuel Santos y el Ejército de Liberación Nacional (Eln) para los casos de ruptura del proceso de paz, y por la actitud que debería tomar Cuba. El excongresista Alfredo Rangel dijo que “si Cuba no captura y entrega a los criminales del Eln, el Gobierno debería romper relaciones diplomáticas con esa dictadura. No se puede tolerar la protección al terrorismo”.

Rangel añadió que “los responsables del atentado contra la Policía estarán tranquilos pensando que no pagarán cárcel y pasearán por Aruba, igual que los criminales del Nogal. El mal ejemplo cunde e incentiva el terrorismo. ¡No más impunidad!”.

“El Eln le ha declarado la guerra al Estado y a la sociedad colombiana. El Gobierno debe responder con contundencia: fumigación de cultivos de coca y bombardeo a campamentos del Eln, para empezar”, señaló también el excongresista.

Sostuvo asimismo que los “ataques del Eln en Remedios, Anorí y Saravena, dos policías asesinados...ojalá la Fuerza Pública reaccione pronto y retome la iniciativa militar. El país así lo reclama”.

Entre tanto el exnegociador de paz José Noé Ríos explicó que “en toda negociación compleja hay por lo menos dos acuerdos: la estructura del diálogo y los resultados del mismo”.

“La estructura son los protocolos que definen, por ejemplo, el sitio de la reunión, el número de negociadores y de asesores, el cronograma, la metodología, la construcción de la agenda, los horarios de reunión”, añadió.

En este sentido continuó aseverando que se debe prever “el manejo de las comunicaciones, los garantes, los testigos y, el procedimiento a seguir en caso de que haya una suspensión o levantamiento de la Mesa”.

“Cualquier cambio en alguno de los componentes de la estructura requiere el consentimiento de las partes. No es dable ‘negociar con uno mismo’ y modificar lo pactado de manera unilateral. Es entendible. Lo contrario sería sacar de la negociación el principio implícito de la buena fe”.

Anotó también que “Colombia inició el tránsito hacia una paz estable y duradera con la firma del Acuerdo con las Farc. Ese camino no se puede desandar. El terrorismo y las acciones criminales ya no tienen espacio en nuestro país”.

“En estos momentos difíciles se requiere sensatez, un liderazgo decidido del señor Presidente siempre orientado a la unión de los colombianos en el propósito de una Colombia reconciliada y, el apoyo de la sociedad entera. Solidaridad con la Policía Nacional, con las familias de las víctimas y con nuestros compatriotas. Hay que mirar hacia adelante”, aseguró.

“Como se sabe, Juan Carlos Cuéllar y Eduardo Hernández, guerrilleros, tienen esa condición con las órdenes de captura suspendidas; realizan gestiones en favor de la paz y de sus labores deben rendir informes periódicos al Alto Comisionado de Paz. Este puede ser el canal que mantenga la relación directa del grupo subversivo con el Gobierno. Por compleja que sea la situación, nada tendrá mayor valor que la solución política consensuada. El ejemplo derivado del proceso con las Farc lo comprueba”.