Puntos suspensivos (1) | El Nuevo Siglo
Martes, 7 de Enero de 2020

“Aplicar propósitos mes a mes del Papa”

El papa Francisco ha dado a conocer sus intenciones de oración para el 2020.

Propone que, mes a mes, las tendencias se centren en una problemática que demanda particular atención colectiva.

Por extensión, bien vale la pena plantear el ejercicio aplicado a la realidad colombiana.

Para enero, el Papa plantea la promoción de la paz en el mundo.  

En Colombia, diríamos que es indispensable el regreso de la seguridad lograda entre 2002 y 2010, misma por la que millones de personas votaron por Duque y que tan empantanada está en los escritorios ministeriales.

Para febrero, Francisco pide escuchar los gritos de los migrantes.

En Colombia, también es necesario redoblar las ayudas para los venezolanos que huyen del despotismo y que, en muchas ocasiones, son víctimas de un chauvinismo primitivo, es decir, están siendo cada vez más explotados, abusados y rechazados al cruzar la frontera.

Llegados a marzo, él sugiere la evangelización y se concentra en la desgracia que vive el cristianismo en China.

En paralelo, Colombia podría incrementar el respeto por la protesta social, en torpedear los privilegios que atizan las asimetrías sociales y en atender las legítimas aspiraciones de los trabajadores sin dejar espacio a que se burlen los pactos que se logren en el marco de las negociaciones.

Para abril, el Papa plantea la liberación de las adicciones.

En sentido similar, el país está en mora de liberarse de la frivolidad con la que se anuncia, una y otra vez, que se está protegiendo a los líderes sociales, activistas y movimientos populares.

Asimismo, Francisco pide que en mayo la atención se vuelque hacia sus diáconos como “signo vivificante” de la Iglesia.

Por nuestra parte, los colombianos tendríamos que robustecer a una Fuerza Pública cada vez más vilipendiada, desprotegida y manipulada de acuerdo con la coyuntura política.

Ya en junio, él promueve la idea de centrarse en “aquellos que sufren” para que “encuentren caminos de vida”. 

¿Cómo es posible que mientras se sigue idolatrando al crecimiento económico, la desigualdad crezca en Colombia, el desempleo siga siendo solo una cifra más y la indigencia se conciba como algo inherente al sistema liberal?

Para julio, el Papa propone focalizarse en la familia: en la armonía, el respeto y el buen ejemplo.

Colombia bien podría hacer un esfuerzo a fondo por los niños involucrados en los conflictos armados que padece y por desarticular las bandas armadas que lo asuelan, todas ellas alentadas por las redes transnacionales que han tejido