Solidaridad y comunicación | El Nuevo Siglo
Viernes, 29 de Enero de 2021

En esta pandemia hemos venido discutiendo con frecuencia sobre temas como lo que debemos aprender o si esto nos va a cambiar como sociedad; pero hemos enfatizado en un conflicto entre la economía y la salud pública. Soy médico y me he dedicado en los últimos 15 años a acompañar personas y sus familias en la terminalidad a través del ejercicio de los cuidados paliativos, disciplina que se enfoca en múltiples destrezas para aliviar el sufrimiento, una de ellas es aprender a comunicarse con una persona que se enfrenta a la posibilidad real de morir, de dejar de existir.

Pues bien, la pandemia que vino a mostrarnos todas nuestras debilidades y carencias humanas me ha hecho pensar en el valor de la solidaridad y la comunicación no solo en mi día a día como médico sino como ser humano, entendiendo que acá no hay discusiones ni conflictos entre una filosofía y otra, lo que tenemos en las manos es una gran oportunidad de cambio entendiendo que todos estamos poniendo nuestro granito de arena, unos sacrifican sus empresas, otros sus utilidades, otros se acomodan a otro ritmo de vida y de ingresos, pero lo que veo es que nos cuesta entender que hay personas que pusieron su vida, otros la arriesgan para cuidarnos, otros enferman y la pasan muy mal con síntomas muy desagradables y hasta este momento hay más de 52 mil familias que perdieron seres queridos y muchas de estas familias perdieron a su único proveedor(a).

Entendiendo esto surge entonces el significado de la solidaridad que emerge de experimentar en cada uno de nosotros la empatía y la compasión, vista como esta fuerza interior que nos moviliza a mitigar un poco el sufrimiento de otros. Este es el punto, que mientras unos solo piensan en el dinero y en las empresas, pierden el privilegio de ayudar de otra manera al próximo. Invito a que nos movamos más desde la solidaridad y el trabajo en equipo para salir juntos de esta. No tenemos posibilidad de abrazarnos, pues la solidaridad es el mejor abrazo que tenemos porque nos une sin darnos cuenta.

Ahora se preguntarán ¿por qué la comunicación? Resulta que una de las principales causas de sufrimiento en el ser humano es la incertidumbre, por lo que he aprendido que todos necesitamos algún grado de certeza en la vida y más en un momento tan difícil como este. Para mí, gran parte del objeto de ayuda de la comunicación radica en que funciona como un medicamento, que mal recetado puede producir mucho daño. Por ejemplo: Nos han dicho “debemos acostumbrarnos a una nueva normalidad y a convivir con el virus” y colectivamente se interpretó como podemos vivir normalmente. Me pregunto ¿alguno de ustedes sería capaz de convivir con un asesino en serie de manera voluntaria? Pues la respuesta es ¡no! Por esta razón debemos cambiar tal tontería y entender que necesitamos una dosis gigante de mensajes adecuados que despierten trabajo en equipo, solidaridad, aprender a ser cuidados, a cuidar a los demás y a cuidarme a mí mismo. Cómo, por ejemplo, podemos hablar de convivir pero con estrictas medidas de bioseguridad. Mi recomendación es en lugar de juzgar -entender, en lugar de hablar – escuchar, en lugar de suponer -preguntar y en lugar de imponer – informar, ¡eso sí con la verdad!

*Presidente de la Asociación de Cuidados Paliativos de Colombia y gerente del Hospices Presentes que es la UCP de Sanitas

@juanchernandezg