OMS no resolvió nada | El Nuevo Siglo
Martes, 9 de Febrero de 2021

Origen de pandemia sigue en el misterio

* El mundo exige resultados más concretos

 

Tras más de un año de surgimiento de la pandemia del covid-19 en China, hay un hecho incontrastable: no se tiene todavía certeza alguna del origen del virus y la forma en que se produjeron los primeros contagios. Una realidad que impacta si se tiene en cuenta que descubrir esa hoja ruta crítica epidemiológica es vital para poder establecer si la estrategia global para enfrentar el coronavirus que se está aplicando en todo el planeta es la correcta, más aún en momentos en que los decesos pasan de los 2,3 millones y hay más de 106 millones de contagios confirmados. A lo que se suma el descubrimiento de otras cepas derivadas del SARS-CoV-2, cuyas características en materia de velocidad de contagio e índice de mortalidad son tan complejas que están generando un amplio manto de duda en un planeta que apenas si está arrancando la vacunación masiva contra el virus que se identificó un año atrás en Wuhan, China.

Precisamente por todo lo anterior existía una gran expectativa por las primeras conclusiones que arrojara la misión internacional de expertos de la Organización Mundial de la Salud (OMS) que, tras muchos meses de tira y afloje con las autoridades de la potencia asiática, por fin se desplazó semanas atrás a Wuhan para tratar de investigar cómo surgió el coronavirus que en cuestión de semanas fue declarado como pandemia y en pocos meses ya tenía a la mitad de la humanidad sometida a cuarentenas, parálisis productiva y otras restricciones drásticas a la interacción social. Pese a estar en uno de los momentos más altos de desarrollo tecnológico de las últimas décadas, esta emergencia sanitaria sorprendió a los científicos de todas las latitudes, a tal punto que la única respuesta inicial del mundo fue la misma de un siglo atrás, en tiempos de la gripe española: encerrarse en espera de una vacuna efectiva.

Sin embargo, las primeras conclusiones de la misión de expertos de la OMS son, a todas luces, insuficientes. No se pudo determinar a ciencia cierta el origen del virus y, por el contrario, lo que apenas se tiene son hipótesis. Por ejemplo, se considera “extremadamente improbable” que el coronavirus se produjera tras un incidente en un laboratorio de investigación virológica en Wuhan. De igual manera, se “sugiere” que la vía más probable de origen del virus fue un reservorio natural de este y otros similares en la población de murciélagos. También se investiga que su salto al ser humano se dio a través de una especie huésped intermediaria. En otras palabras, que su contagio a las personas no se dio por consumo o mordeduras de murciélago sino por conducto de otro animal intermediario, pero no se ha establecido el cómo, cuándo, dónde y cuál especie en específico. Por último, tras mucha especulación en los últimos meses la comisión concluyó que Wuhan “no es una ciudad o un entorno cercano a estos murciélagos” y que, incluso, la hipótesis de que el contagio primario se dio en el mercado de Huanan no sería acertada, pues habría otros focos de infección paralelos.

Como es apenas obvio los resultados de esta Misión han resultado decepcionantes frente a las expectativas que se habían generado. Incluso sus críticos han señalado que pareciera que la investigación, que estuvo altamente condicionada y supervigilada por las autoridades chinas, tuvo un enfoque más exculpatorio, es decir dirigido a establecer de dónde no salió el virus, que una óptica concluyente, que buscaba precisamente todo lo contrario.

Todo lo anterior explica la cantidad de reacciones que hubo ayer a este informe de la misión de expertos de la OMS. La comunidad internacional exigió un nuevo y más profundo proceso investigativo, con resultados concretos y concluyentes. Muchos científicos calificaron de insuficientes los resultados y pusieron una vez más en duda la capacidad de la rectora de la salud global para imponerse al secretismo chino y lograr un margen de investigación más amplio en Wuhan. Al final de cuentas el objetivo inicial y primario no se resolvió: continúa siendo un misterio el origen de la pandemia. Y mientras ello sea así, la humanidad estará actuando muy limitada respecto a si el plan de contingencia sanitaria que se aplica es eficaz y llevará a que en poco tiempo se supere la mayor crisis planetaria de las últimas décadas. Un peligro muy alto.