FMI, vacunas y otras cosas | El Nuevo Siglo
Viernes, 19 de Febrero de 2021

El FMI revela cada año un informe sobre los diversos países, en aplicación del artículo IV de sus estatutos. No son recomendaciones obligatorias. Pero el de este año sobre Colombia estuvo especialmente sustancioso. Me llamó la atención el reconocimiento que hace el Fondo de que es absolutamente imposible volver a la regla fiscal a finales del 2021 como estaba previsto. A la fecha estamos registrando un déficit de más del 8% del PIB en las cuentas fiscales. Y no sería descabellado pensar que terminemos este año con un descuadre fiscal del 9% o más.

Volver a la regla fiscal a partir del 2022 implicaría entonces un frenazo tremendo en el gasto contra cíclico que se viene ejecutando. Ello equivaldría a retornar a un déficit de 2%- 2,5% del PIB. Lo que luce poco menos que imposible en un momento en que la presión por más inversiones públicas continúa; en un año en que si bien se presentará la reforma tributaria ella no comenzará a generar nuevos recaudos sino a partir del 2022; y cuando la pandemia sigue sacando sus amenazantes orejas. Todo lo cual puede traducirse en nuevos confinamientos. Despidámonos entonces de la regla fiscal por dos o tres años.

Se comenzó la campaña de vacunación en Colombia. Ojalá todo marche bien. Se trata de una operación logística de extrema complejidad para llegarle a 35 millones de colombianos. Tal como se necesita -como lo explica muy bien la revista The Economist de esta semana- para alcanzar el “efecto rebaño”. Y seguirá en la agenda la gran tarea del mundo científico de descubrir vacunas contra las nuevas cepas que están resultando mucho más mortíferas de lo que se pensó en un comienzo. Ojalá que esta campaña arranque bien entre nosotros. Perdimos un mes por lo menos con relación a lo que han logrado otros países de la región. Sigue sin haber una explicación plausible de por qué esta tardanza en Colombia. Pero, bueno, es mejor tarde que nunca.

En el entretanto se presentará una nueva reforma tributaria que el gobierno anuncia para el mes entrante y que piadosamente ahora llama “reforma fiscal”. El plato gordo será el IVA. Los expertos convocados el año pasado, en su mayoría profesores de universidades norteamericanas, debe presentar su informe de conclusiones en pocos días. El gobierno ha dicho repetidamente que está pendiente de este informe.

No se necesita ser un zahorí para pronosticar que la principal recomendación de este comité de expertos será ampliar la base del IVA. En Colombia solo se grava con este tributo el 50% de los bienes y servicios que se producen.

 

Del  único anuncio gubernamental que se conoce, que son las declaraciones que ofreció profusamente el viceministro de Hacienda ante a los medios de comunicación, se puede deducir que la idea del gobierno es ampliar la base del IVA a los bienes y servicios que hoy no se gravan con una tarifa del 19%. Para proceder a continuación a una devolución masiva a toda la población de los estratos 1,2 y quizás 3, al estilo de la que ya se hace. Devolución que cubriría a más del 50% de los colombianos que pagan el IVA.

Presentado así crudamente sería un suicidio político gravar toda la base de bienes y servicios, hoy exentos y excluidos con una tarifa del 19%. Así sea para devolver luego parte del tributo pagado a una buena porción de la población. Sería mucho más lógico gravar con una tarifa módica del 2%-3% los bienes esenciales que hoy no pagan IVA para expandir la base (lo cual es técnicamente defensable y necesario) y más bien, como compensación pero que resulta administrativamente más sencillo, rebajar la tarifa general del 19% en uno o dos puntos. La tarifa del 19% se estableció en 2016 pero en las condiciones actuales de la economía no se justifica.

Las semanas que vienen están pues movidas: se le dará cristiana sepultura, por lo menos durante un tiempo, a la regla fiscal y nos iremos preparando para digerir la nueva reforma tributaria, que como sucede con los niños, nace con dientes de leche en 2021 pero le saldrán fuertes colmillos para morder a los contribuyentes a partir del 2022