Caso Merlano: una bomba de tiempo | El Nuevo Siglo
Anadolu
Domingo, 9 de Febrero de 2020
Redacción Política
Tanto la Casa de Nariño como el Palacio de Miraflores pujan por la excongresista. La primera para que pague una condena de 15 años de prisión y el segundo para aprovechar sus señalamientos contra buena parte de los políticos colombianos

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El episodio de la exparlamentaria Aída Merlano tomó en los últimos días ribetes insospechados tras aparecer en Venezuela y ser capturada por ingresar ilegalmente, pues pasó de ser prófuga buscada por la  justicia colombiana para que cumpla una condena a 15 años de prisión por corrupción al elector, a, por un lado, una especie de trofeo que exhibe el régimen de Nicolás Maduro por las denuncias que ella está haciendo allá contra algunos políticos del país.

Por el otro lado el caso Merlano se ha convertido en una verdadera piedra en el zapato para el  Gobierno nacional pues tras conocerse su captura en el vecino país, su lógica reacción inmediata era pedirle a Venezuela que la entregara, sin embargo por obvias razones no podía hacerlo ante Maduro porque desde que éste se posesionó para su segundo mandato en enero de 2019, la administración Duque anunció que desconoce su gobierno porque ganó en unas elecciones a su juicio fraudulentas.

Entonces a  finales de enero pasado, la Cancillería indicó que “como es de todos conocido, Colombia, junto con varios países de América Latina y el resto del mundo, no reconoce y, por ende, no tiene relaciones diplomáticas con el régimen dictatorial de Nicolás Maduro". Añadió que, una vez el "juez competente solicite la extradición" de Merlano, el Gobierno colombiano "hará la solicitud ante el legítimo Gobierno de Venezuela, en cabeza de Juan Guaidó".

Sin embargo, Maduro con Merlano en su poder y a sabiendas de que el presidente Guaidó no tiene ningún mando sobre la Fuerza Pública venezolana, sacó provecho de la situación mofándose en el sentido de que si querían la extradición de la exparlamentaria, tenían que hablar con él.

Maduro dijo al respecto “el gobierno de Iván Duque dijo que iba a pedir en extradición a esta persona que ha sido capturada por las autoridades legítimas de Venezuela, que se la iba a pedir a Juan Guaidó. Pido permiso para no reírme. Es una verdadera ridiculez porque, compatriotas de Colombia, aquí hay autoridades legítimas”.

Al tiempo que Maduro también alardeó que Merlano estaba dispuesta a contar todo lo que supuestamente sabía de  corrupción electoral en Colombia.

Sin embargo las escandalosas afirmaciones que hizo Merlano ante un juez en Caracas el pasado jueves pusieron en una situación aún más difícil a la administración Duque, pues ya no solo era solo el incómodo  hecho de pedir su extradición a Guaidó, a sabiendas de que la posibilidad de que la lograran traer era casi ninguna porque está en manos del régimen, sino que ahora tiene que lidiar con el ventilador encendido a todo dar por la excongresista, que dejan mal parado a casi toda la clase política colombiana y a la institucionalidad.

Merlano aseguró en dicha audiencia que es inocente y que la condenaron supuestamente con unas pruebas de compra de  votos que dijo sembró la policía en su sede política para incriminarla. Aseguró que su fuga fue organizada por las influyentes casas políticas Char y Gerlein, de la costa, y que después de haber escapado en una moto fue secuestrada y la llevaron a una finca cerca a Valledupar para asesinarla, pero logró huir y pasó a Venezuela en donde pidió protección a Maduro.

“Soy perseguida por el presidente de mi país, Iván Duque, con la intención de asesinarme, luego de la fuga organizada por una clase política dirigente en el país”, señaló Merlano.

El pasado viernes el fiscal General venezolano, Tarek William Saab, dijo que “si la ciudadana Aída Merlano solicita el refugio o el asilo serán las autoridades competentes de Venezuela, las que decidirán si se le otorga o no (…) No está cerrada esa posibilidad porque lo que ella reveló fue que su vida no solo corre peligro sino sus derechos humanos fueron violentados, mientras estuvo secuestrada”.

Gobierno de  Colombia

Días antes de  que Merlano declarara en Venezuela, Nicolás Maduro propuso a Duque restablecer relaciones entre los dos países a nivel consular para tratar temas  menores como el de la prófuga exparlamentaria.

Sin embargo Duque fue tajante  en responderle “el dictador fue el que los expulsó (a los diplomáticos colombianos) y el que rompió las relaciones, que ahora no venga a presentarse como una palomita, él sabe perfectamente cómo ha procedido contra Colombia".

Por su parte la ministra de Justicia, Margarita Cabello, dijo en un comunicado que “el Gobierno rechaza las acusaciones hechas en Venezuela por la señora Aida  Merlano, prófuga de la justicia colombiana, acusaciones en contra del presidente de la República, Iván Duque. Estas declaraciones carecen de todo fundamento, son oportunistas y son una fabricación del régimen dictatorial de Nicolás Maduro, que buscan atacar la honra del Presidente de la República de Colombia e intentan vulnerar la credibilidad de las instituciones colombianas”.

Cabello dijo que el régimen de Maduro “en lugar de estar produciendo este show mediático debe entregar inmediatamente a la señora Aída Merlano a las autoridades nacionales para que cumpla su condena en Colombia”.

Es claro que hay la posibilidad de que el régimen de Maduro sacaría más provecho de las denuncias de Merlano para intentar presionar al gobierno Duque y fastidiar a otros  políticos que son sus contradictores, como el caso de Álvaro Uribe.

Por lo pronto el único paso que puede dar el Gobierno colombiano es solicitar en los próximos días a Merlano en extradición a Venezuela, seguramente  ante Guaidó, después de que el pasado viernes la Corte Suprema le pidió al Ejecutivo proceder en este trámite.