Aunque se presume que tenían la intención de mejorar la gobernabilidad en el Congreso, los nombramientos no dejaron a todos contentos

______________

El viernes el presidente Iván Duque nombró ministros en las carteras de Trabajo, Agricultura y Salud.

Este era un ajuste ministerial sobre el cual se tenía mucha expectativa, pero que no dejó contentos a todas las bancadas involucradas en una necesaria mejora de la gobernabilidad en el Congreso.

Por ahora, varios integrantes de las distintas colectividades le dijeron a EL NUEVO SIGLO que no prevén que sea necesario nombrar a otras personas en el gabinete y se mostraron esperanzados en que este segundo aire le aporte a la gestión del presidente Duque. Ahora bien, lo quedan son pulsos al interior de las bancadas.

Aceptación y rechazo

El presidente del Directorio Nacional Conservador, Ómar Yepes, aseguró que “en principio, el Gobierno hizo los ajustes que estaban esperando los partidos. En términos generales cayeron bien en la bancada. El partido quedó bien representado y esperamos que las designaciones que hizo el presidente consoliden un respaldo amplio en el Congreso”.

Según el dirigente, “ya será el presidente quien estimará si considera hacer ajustes adicionales. Por ahora pienso que los partidos obtuvieron la representación que estaban reclamando”.

Sin embargo, en otras colectividades el cambio no fue bien recibido. Por ejemplo, en las toldas del Partido Social de Unidad Nacional (La U), por ejemplo, hay una línea que asegura que el nombramiento de Ángel Custodio Cabrera no es bien recibido y sostiene que debido a la designación, la bancada está pensando en pasarse a la independencia.

Esa posición existe, le admitió a este Diario un senador de La U que pidió no ser identificado, pero no es mayoritaria. El congresista explicó que Cabrera “es un hombre que goza en el partido de reconocimiento y respeto. Obviamente en la política hay un juego de intereses complejo. No necesariamente en todos cae bien el tema del nombramiento. Una parte de la bancada lo recibió con buenos ojos”.

Cuando se había dicho que una reunión que tendrá hoy la bancada estaba motivada por ese descontento de algunos congresistas, la fuente sostuvo que ese es un encuentro ordinario, cuyo objeto “es analizar todos los temas relacionados al revolcón ministerial y la agenda de trabajo que se avecinan. No observo malestar en general en la bancada”.

Pero tal vez donde hay más fracturas es en la bancada de Cambio Radical. Mientras el senador Antonio Zabaraín le dijo a este Medio que este nombramiento los deja contentos, “porque el ministro de Salud que nombró el presidente es una persona que lo va a hacer con lujo de competencias y fue una hoja de vida que envió el partido, por consiguiente lo recibimos con agrado”, otros legisladores considera que esa cartera es de segunda categoría.

Zabaraín expuso que “estamos esperando terminar de hablar con el Gobierno lo que tiene que ver con el desenlace de la agenda legislativa. Para nosotros el Ministerio de Salud es muy importante, porque desde el partido tenemos un proyecto de reforma a la salud”.

Lo más natural, consideró el senador Zabaraín, es que el partido se declare de Gobierno y deje atrás la independencia.

Una fuente consultada aseguró que la mayoría de los miembros de la bancada de Cambio Radical en el Senado nunca supo que la hoja de vida del nuevo ministro de Salud iba a ser presentada, por lo que augura que el partido continuará en la independencia.

Discusión enriquecida

El Centro Democrático también sufrió los efectos del remezón ministerial. El senador Gabriel Velasco sostuvo que con estos nombramientos “el presidente Duque ha buscado generar unos acuerdos sobre los temas esenciales, que requieren una representación política para ser aprobados por el Congreso. Esto es normal en todas las democracias del mundo. La llegada de los partidos a las carteras enriquece discusión y son personas con experiencia técnica y con posibilidad de generar articulación política, personas con experiencia”.

Sin embargo, este Medio conoció que hay otras personas al interior de la colectividad que no están contentas con los nombramientos. Estas fuentes expresaron que entregarle a La U el Ministerio de Trabajo es entregar burocracia y que esto afectará sin duda la imagen que el presidente quería proyectar de independencia más allá de la mermelada.

Pese a que la mayoría del Centro Democrático reconoce que hay buena afinidad con Cambio Radical, vaticinan problemas en el Ministerio de Salud y que mientras no se garantice una auditoría eficiente, el sistema seguirá en deuda con los colombianos.

Por ahora, no se vaticinan fracturas entre el presidente y su partido, pero estos nombramientos tendrán que justificarse con su gestión y no quedarse simplemente en la representación.

Ajuste ministerial

Como lo publicó oportunamente este Diario, la hoy ministra de Trabajo, Alicia Arango, asumirá el fin de semana la cartera del Interior, un ministerio que tiene toda la carga de dialogar con los partidos y llegar a consensos para aprobar la agenda del presidente Duque que, al parecer, llegará a radicar en marzo proyectos de reformas pensional, laboral y a la salud.

Duque nombró en la cartera de Trabajo a Ángel Custodio Cabrera, actual representante por Colombia ante el Banco Centroamericano de Integración Económica (BCIE), y quien estará en representación de La U.

En la cartera de Salud fue nombrado Fernando Ruiz. El funcionario es médico cirujano y máster en Salud Pública. Fue viceministro de Salud y llega en representación de Cambio Radical.

Por otro lado, en el Ministerio de Agricultura el designado fue Rodolfo Enrique Zea. El nuevo ministro es especialista en Finanzas Internacionales y magister en Dirección de Empresas. Zea, quien es cercano al Partido Conservador, tiene una experiencia de más de 25 años en el sector público. Se venía desempeñando como presidente de la Sociedad Fiduciaria de Desarrollo Agropecuario (Fiduagraria).