El nivel de arrestos, juicios y represión ha aumentado de manera exponencial en China a partir de las protestas ciudadanas en Hong Kong, que buscan contrarrestar las medidas que se han tomado respecto a la excolonia británica. 

Lo anterior viene sucediendo en medio de una fuerte resistencia que comenzó en 2014 con la “revolución de las sombrillas” y posteriores movimientos pacíficos encabezados por jóvenes. 

En ese sentido, un caso a nombrar es el arresto de 47 personas el pasado 28 de febrero, quienes serán ser llevadas a juicio, por una serie de delitos recién creados en el marco de la Ley de Seguridad Nacional (LSN), emitida por China, y que, según expertos en el tema, tendría “visos de ilegalidad”.

Esta Ley redactada por Pekín y aprobada sin ninguna consulta en Hong Kong, tipifica como delito los hechos de “secesión”, “subversión”, “terrorismo” y “colusión con fuerzas extranjeras”.

Entre los arrestados el domingo pasado estuvieron la legisladora Tiffany Yuen, Lester Shum, Owen Chow y el exlegislador Eddie Chu. Del Partido Democrático también fueron encarcelados Wu Chi-wai y los exlegisladores Lam, Helena Wong y James To.

Para el arresto de esas personas, que no opusieron resistencia, fueron movilizados más de 1.000 policías. No obstante, de este grupo de capturados, fueron liberados seis, entre los cuales estaba el abogado norteamericano John Clancey, quien apoyó en la organización de estas elecciones.

Cabe recordar que las capturas se efectuaron cuando estas personas participaban en una movilización para postular candidatos que pudieran representar a los ciudadanos a favor de la libertad y la democracia en el Consejo Legislativo de Hong Kong.

Según indicó el analista internacional, Luis Zúñiga “este es otro más de los nuevos métodos de resistencia civil que Hong Kong y sus líderes han implementado, generando malestar en la potencia, logrando que sus demandas sean conocidas en el mundo por la creatividad demostrada al momento de convocar, organizar y realizar manifestaciones”. 

A su vez, agregó que el régimen de Pekín cada vez tiene “menos tolerancia” con estas protestas debido al temor de que esta situación se propague por China continental, lo que podría causa que pierda el control al que ha “forzado” a Hong Kong.

Con ese panorama, además de los arrestos y persecuciones a ciudadanos que disienten, China ha tomado otras medidas de presión, lo cual generó que muchos de los opositores al régimen se exiliaran y continuaran su lucha desde otros países como Taiwán, Australia, Reino Unido y Estados Unidos.