Obras para conocer al ‘gurú’ de la literatura afrocolombiana | El Nuevo Siglo
Foto cortesía
Viernes, 27 de Marzo de 2020

EL FOLCLOR colombiano está de fiesta con el centenario del nacimiento de uno de los escritores latinoamericanos más importantes de la historia, Manuel Zapata Olivella, uno de los referentes de la cultura afro en Colombia y quien la difundió a través de diferentes medios y escritos.  

El colombiano, nacido en marzo de 1920, no solamente dedicó su vida a la escritura, también se desempeñaba como médico, antropólogo y folclorista defendiendo las culturas a través de expresiones artísticas como la danza, junto con su hermana Delia Zapata Olivella.

Estas son algunas de las obras recomendadas para conocer en detalle una de las plumas que representa la literatura afrocolombiana y así, celebrar el aniversario número 100 de su natalicio, según BiblioRed:

Changó, el gran putas 

Es su octava novela y fue publicada en 1983. Esta publicación, es reconocida como su obra más importante, pues, a través de la narración de más de 500 años de historia, da cuenta de los legados de la cultura afrodescendiente en el continente americano. Tras 20 años de investigación, Olivella construyó un relato mítico en el que retrató la resistencia y la lucha por la libertad de las comunidades afrodescendientes a través de sus religiones, lenguas, músicas y costumbres culturales.  

“Sube a bordo de esta novela como uno de los tantos millones de africanos prisioneros en las naos negreras; y siéntete libre, aunque te aten las cadenas. ¡Desnúdate! Cualesquiera que sean tu raza, cultura o clase, no olvides que pisas la tierra de América, el Nuevo Mundo, la aurora de la nueva humanidad. Por lo tanto, hazte niño. Si encuentras fantasmas extraños —palabra, personaje, trama— tómalos como un desafío a tu imaginación. Olvídate de la academia, de los tiempos verbales, de las fronteras que separan la vida de la muerte, porque en esta saga no hay más huella que la que tú dejes: eres el prisionero, el descubridor, el fundador, el libertador”, afirma el autor en su octava novela.

Fábulas de Tamalameque

¿Cómo se puede conseguir la paz? En este texto de 1990, un momento coyuntural para la historia del conflicto en nuestro país, encontraremos la respuesta con la ayuda del conejo, la ballena, el toro, el perro, la hormiga, el tigre y otros animales, protagonistas de estas fábulas. El recurso, puede ser leído de forma individual o como capítulos de una novela infantil. Además, en la lectura puedes encontrar elementos característicos de la zona geográfica del Tamalameque, en el Cesar, Colombia.

Este es una antesala de “Fábulas de tamalameque” para que inicie este viaje por las páginas de esta icónica pluma: “Tío conejo nombró a los mensajeros que anunciarían por los cuatro vientos la gran Asamblea de los animales para acordar la paz. Así dijo, uno a uno, a los   mensajeros: —Tú, Mosca, que te metes en todas partes, anuncia a los insectos.

La mosca, zumbando, inició una serie de círculos y círculos hasta desaparecer.

—Tú, Gallinazo, que andas por la ciudad y los campos, avisa a todos los pájaros.

El Gallinazo abrió las alas y tras de contar diez pasos sobre la tierra tomó impulso y emprendió el vuelo por los aires.

—Tú, Golondrina, que visitas a todos los países del mundo, invita a los delegados extranjeros”.

En Chimá nace un santo

Es su séptima novela, publicada en 1964. Retrata a un pequeño pueblo ubicado en la ciénaga del río Sinú, llamado Chimá. Zapata Olivella cuenta los dramas y conflictos que viven los terratenientes, campesinos, pescadores, comerciantes y artesanos en este pueblo olvidado lleno de supersticiones, idolatrías y creencias religiosas.

“La lluvia, hasta entonces menuda, se precipita caudalosamente. La empalizada humea y el techo incendiado se derrumba. Una nube sofocante oscurece el pueblo y ante el asombro de todos, envuelto en llamas, el sacerdote sale de los escombros con Domingo en los brazos. Le arrojan totumadas de agua y le arrancan a pedazos la sotana prendida. Para sorpresa general, a Domingo ni siquiera se le ha quemado la ropa”, así se expresó Olivella en esta novela.