¿Qué haría usted con su dinero? | El Nuevo Siglo
Martes, 30 de Marzo de 2021

En la semana de pascua el Gobierno presentará su proyecto de Ley de reforma tributaria. Aunque nadie conoce el texto definitivo, desde la semana pasada se filtró la presentación que hizo el ministro Carrasquilla a los gremios y donde explicó algunas de las medidas que traería dicha reforma.

En primer lugar, insisten en no llamarla reforma tributaria. Por el contrario, en lo que parece una estrategia para confundir con el lenguaje la llaman “Solidaridad sostenible”. Desde hace varias semanas hemos visto a diferentes políticos hablar de la creación de “impuestos solidarios”. No existe tal cosa como un impuesto solidario. Una condición sine qua non para que exista la solidaridad es que se haga de manera voluntaria y entre varias alternativas. Por ejemplo, si decido dar una propina, lo hago de manera espontánea (nadie me obliga) y adicionalmente tengo siempre la opción de no darla y gastar ese dinero en cualquier otra cosa. Muy diferente ocurre si salgo a la calle y alguien decide poner un revolver en mi cabeza y quitarme ese mismo dinero. Más allá del debate de las razones para hacerlo, el Estado siempre nos quita el dinero a la fuerza a través de los impuestos, no hay alternativas y mucho menos es voluntario, por tanto, decir que existen “impuestos solidarios” es mentir para confundir.

Las reformas tributarias deberían llevar el nombre de quien las propone. Por ejemplo, esta debería llamarse “reforma Iván Duque II (es la segunda durante su mandato)”. Así al menos garantizaríamos que pagarán el costo de haber propuesto medidas que pueden generar efectos adversos en el futuro cercano.

A propósito de efectos adversos, aunque no conocemos el texto completo, en la presentación filtrada ya se pueden identificar propuestas que prenden alarmas. Una de ellas la de volver permanente el impuesto al patrimonio y pasarlo del 1% al 3%. Este impuesto, conocido en otros lugares como el impuesto a la riqueza, ha sido desmontado en la mayoría de los países del mundo donde ha sido implementado porque ha terminado destruyendo la capacidad futura de generación de riqueza. Adicionalmente, en ningún país donde hoy todavía está vigente es tan alto como de un 3%, las tasas más altas no superan el 1.5%. Este impuesto castiga fuertemente el éxito en Colombia y obliga a muchos empresarios medianamente exitosos a llevarse su patrimonio a otros países.

Supongamos que usted tiene un patrimonio de $5 mil millones de pesos, divididos en 5 locales de mil millones cada uno. Cada uno de estos locales, lo tiene arrendado por $5 millones de pesos, recibe al año $300 millones por este arrendamiento. El primer impuesto que paga es el predial, si los predios están en Bogotá serían de $47.5 millones, luego tiene que pagar renta por el arriendo serían $99 millones. Ahora, el gobierno le dice que debe ser “solidario” y pagar el 3% del impuesto a su patrimonio, es decir $150 millones. Al final le quedaron $3.5 millones, y un rendimiento de su capital del 0.070% anuales. La más mala inversión en cualquier otro lugar del mundo le da un rendimiento superior al 1%. ¿Qué haría usted con su dinero?