¿Qué sirve más: una cuarentena o un toque de queda nocturno? | El Nuevo Siglo
Los epidemiólogos Juan Manuel Cordovez; Luis Jorge Hernández y Carlos Trillos.
ENS
Miércoles, 7 de Abril de 2021
Redacción Bogotá

El plan de contingencia ante el riesgo que representa un tercer pico de covid-19 y que adoptó Bogotá el pasado lunes combina dos medidas: una de pico y cédula, que comenzó el martes y que irá hasta el 19 de abril; y otra de una cuarentena estricta que iniciará pasado mañana desde las cero horas hasta el martes a las 4 de la mañana.

Inicialmente la recomendación que le había hecho la Casa de Nariño a ciudades con una ocupación de unidades de cuidados intensivos (UCI) por debajo del 69% (al cierre de esta edición la ocupación general en Bogotá estaba en el 70%), eran las de una combinación del pico y cédula, con la prolongación de un toque de queda (medida que se instauró el miércoles 31 de marzo y opera entre las 12 de la noche y las 5 de la mañana).

No obstante, tras una evaluación de estas sugerencias, la “contrapropuesta” de la Administración de Claudia López fue la de mantener el pico y cédula, y en vez de prolongar los toques de queda nocturnos hacer un confinamiento que operaría en un esquema de 4x3, es decir cuatro días a full capacidad por tres días de plena restricción (viernes, sábado y domingo).

Al hacer la consulta al gobierno Nacional se mantuvo dicho esquema, pero se le cambio la restricción del viernes por el lunes.

Esa es la realidad que enfrentará la ciudad capital en 48 horas, y si bien algunos gremios y sectores económicos como Camacol, Asobares y Fenalco ya fueron lo suficientemente enfáticos en manifestar sus argumentos en contra del cierre de este fin de semana, ¿qué opinan los epidemiólogos expertos?

Para la ciudadanía que no sabe -y no tiene por qué- cuáles son las formas más adecuadas para mitigar la expansión de un virus, y que tampoco está en capacidad de saber lo que puede ser más efectivo en este punto del pico, si tres días de cierre total o un toque de queda nocturno prolongado en el tiempo, una pregunta es ineludible:

¿Qué sirve más epidemiológicamente como muro de contención al aumento de contagios, cerrar estrictamente el fin de semana y el lunes, o mantener un toque de queda nocturno de manera prolongada?


Le puede interesar: Barranquilla pide luz verde para vacunar a mayores de 65 años


Para resolver este interrogante, EL NUEVO SIGLO consultó a tres epidemiólogos y, pese a que no hubo respuesta única quedó claro que clausurar una ciudad de 8 millones de habitantes por tres días será más efectivo por cuanto es una medida radical que restringe la movilidad, pero también tiene un alto costo para la economía y no debería ser la solución en este momento.

Luis Jorge Hernández

Profesor Epidemiólogo y salubrista de la Universidad de los Andes

Encerrar a 8 millones de personas por tres días completos no tiene ningún sentido. Todas las intervenciones que haga el gobierno, sea Nacional o Distrital, deberían tener sustento técnico y epidemiológico, sin embargo estas medidas no los tienen.

Tres días de cuarentena y cinco días de normalidad no es muy conducente para una ciudad de 8 millones de habitantes. Lo que debería hacer Bogotá es una semaforización epidemiológica por UPZ. Es decir, mirar qué está pasando a un nivel más pequeño y hacer cordones sanitarios y restricciones más cercanas a las poblaciones por UPZ, barrios e incluso cuadras. Pero cerrar indiscriminadamente es absurdo.

Es que nosotros tenemos datos en donde se puede ver la información por UPZ, en donde hay unidades con más casos y transmisión que otras, y aun así se opta por cerrar toda la ciudad. No concuerdan las decisiones con la información epidemiológica.

Prass o DAR inefectivos

Lo otro es que tanto para Bogotá como para Colombia están hablando de un Mega Prass. No funcionó el Prass (prueba, rastreo, aislamiento selectivo sostenible), ahora va a funcionar un Mega Prass. Esta era la estrategia más importante frente a los nuevos picos pandémicos y no funcionó porque se bajó el tipo de pruebas; no se hizo rastreo; se deberían estar identificando de 4 a 10 contactos por caso y se están identificando menos de 2.

No se hizo un aislamiento, selectivo y sostenible, y casi un 40 a 50% de la población que debería estar aislada no lo está. Entonces como falló esa estrategia, así como la de mitigación, lo más cómodo para los gobiernos es encerrar a todo el mundo y eso no es conducente.

En este momento es mejor optar por el espacio al aire libre y la buena ventilación, pero cerrar las ciclovías y los parques en un error en salud pública y perjudicará la salud mental. La gente está muy molesta y lo repito: las cuarentenas ya no son eficaces.


Le puede interesar: Antioquia está al límite del sistema de salud: gobernador


Juan Manuel Cordovez

Vicedecano de investigaciones de la facultad de Ingeniería de la Universidad de los Andes y experto en hacer modelaciones matemáticas de enfermedades contagiosas por vectores

Hay una diferencia clara entre las dos estrategias. Las cuarentenas estrictas durante el fin de semana son un poco más agresivas. Si te pones a pensar a lo que le está apuntando el Distrito con esa medida, es a bloquear eventos súper dispersores que solo ocurren el fin de semana como la salida a los bares, restaurantes y las aglomeraciones en centro comerciales que, está probado, son eventos más riesgosos.

Yo creo que se optó por esa medida en la que el costo-beneficio es mejor. No obstante pienso que hubiera sido suficiente con el primer paquete de medidas y con haber mantenido tanco el pico y cédula como el toque de queda durante dos semanas más. Yo creo que eso hubiera sido suficiente para desacelerar el aumento en los contagios.  

Yo le he insistido a la alcaldesa con la idea de que uno debería tratar de mantener el sistema cerca de donde uno lo quiere y no enfriarlo, ni por consiguiente permitirle que se caliente demasiado, y en ese sentido la otra medida habría sido más acorde a esta filosofía de que se avance. Porque cuando se enfría el sistema (de manera drástica) este mismo luego vuelve y despega y sigue quedando material para una siguiente ola.

Entonces no son lo mismo: la cuarentena estricta durante el fin de semana es un mecanismo mucho más agresivo, por lo menos el doble de agresivo y que va a enfriar la situación epidemiológica general de la ciudad por el número de gente y el tipo de interacciones que saca del sistema.

Y también es mucho más costoso económicamente porque el fin de semana mueve mucho la economía, en comparación con los toques de queda nocturnos que, sumados, yo te diría que no alcanzan a ser un solo día del fin de semana. Ese es un aproximado ese dato tocaría corroborarlo.


Le puede interesar: Colombia suma más de 2,5 millones de vacunas covid aplicadas


Carlos Trillos

Médico epidemiólogo y profesor de la Universidad del Rosario

Los cierres y lo que se está proponiendo como una medida de refuerzo funciona. Lo que propuso la Alcaldía fue una variación teniendo en cuenta la dinámica propia de la ciudad.

Lo que propuso el Gobierno como tal para las diferentes ciudades es una propuesta muy estructurada para el nivel nacional, pero específicamente las ciudades pueden revisar sus dinámicas de movilidad ciudadana y de la vida de la misma y estas son medidas que complementan lo que ya tiene el gobierno para poder contener lo que es en sí la circulación viral.

Una cosa es hacer toques de queda nocturnos y reducir la movilidad de acuerdo con la ocupación de unidades de cuidados intensivos, y otra cosa es tener medidas más puntuales.

Si te fijas, en Bogotá nos vamos a cuarentena el fin de semana, en donde puede haber más movilidad de personas y ello puede tener un impacto diferente. Entonces epidemiológicamente hablando ambas medidas son viables y tienen que ir de acuerdo con las condiciones de cada ciudad. En Bogotá la gente se mueve el fin de semana y el sábado es un día de gran exposición y movimiento del comercio en general. Ambos pueden tener impacto o contundencia, pero hay que orientar las cosas al alivio de cada ciudad. Aun así, insisto en que lo más importante es la responsabilidad y la disciplina de las personas.