Los “impuestos solidarios” no existen | El Nuevo Siglo
Martes, 13 de Abril de 2021

El Gobierno insiste en confundir los impuestos con solidaridad. El Ministerio de Hacienda lanzó la campaña “¡Soy solidario!” para justificar su mal llamado Proyecto de Ley de “solidaridad sostenible”.

El economista francés Frédéric Bastiat decía, con mucha razón, que “la solidaridad es espontánea o no es solidaridad. Decretarla es aniquilarla”. Considero además, que una condición obligatoria para que un acto se considere solidario, es que debe ser voluntario, y se elige entre varias alternativas. Cuándo usted decide donar un mercado a los más vulnerables, nadie lo obliga a hacerlo, y además usted podría en lugar de usar su dinero para esto gastarlo en ropa por ejemplo.

El economista argentino Martin Krause tiene una anécdota entretenida al respecto. Dice Krause, que al morir se encuentra con San Pedro en las puertas del cielo, y este le pregunta ¿usted que hizo por los demás?, a lo que él responde “yo pagué impuestos y con ellos se redistribuyeron los ingresos, y se le dio servicios sociales a los pobres”. San Pedro, indignado le contesta “no señor, para entrar al cielo lo que importa es su tiempo, su dinero y su esfuerzo, los impuestos se los cobraron, y cuando pudo evadirlo lo hizo”. Más adelante llega la Ministra de Acción Social de Argentina, y le hace la misma pregunta, a lo que responde “hice programas de educación, de salud, entre otros para los más pobres”. San Pedro, de nuevo indignado la increpa, “eso lo hiciste con dinero de los demás, e insisto para entrar acá lo que importa es lo que hiciste con tu dinero, con tu tiempo y con tu esfuerzo”.

Con esto no quiero decir que no debamos pagar impuestos, tampoco que sean algo absolutamente negativo. Los impuestos son el precio que debemos pagar para poder vivir en sociedad. Son como la cuota de administración del edificio donde vivimos. Sin embargo, son obligatorios y no pagarlos tiene consecuencias graves, por tanto nunca pueden ser entendidos como solidaridad.

Tampoco podemos negar que el Estado debe implementar políticas sociales para evitar que las personas vivan por debajo de unos estándares mínimos. Esto hace que la vida en sociedad sea más agradable para todos. Obviamente esas políticas debe financiarlas con nuestros impuestos. Pero insisto, no es solidaridad. Un ciudadano que no esté de acuerdo con la política social no puede decidir que no paga impuestos sin que esto tenga consecuencias para él.

No creo que la estrategia del gobierno de hablar del oxímoron “impuestos solidarios” tenga éxito. Sin duda, puede encontrar otras justificaciones más racionales.

Sin embargo, cualquier proyecto de reforma tributaria debe ir acompañada de una profunda reforma al Estado. Colombia es de los peores países en eficiencia del gasto público según el Foro Económico Mundial. Además estudios de la OCDE demuestran que el gasto público social colombiano tiene efectos muy bajos en construcción de equidad. Antes de meter mano al bolsillo a los colombianos, necesitamos un Estado más eficiente.

Recuerden, no existe tal cosa como una impuesto solidario. Si es solidario no es impuesto.

camiloguzmansaenz@gmail.com