El Experimental Dance & Music Film Festival seleccionó la pieza colombiana de video-danza Ímpeto para su programación de este año, para la cual se realizará un encuentro digital que tendrá como sedes Toronto y Los Ángeles.
El festival, que anunciará próximamente la fecha de emisión de esta producción, tiene como objetivo exponer lo más destacado de los cortometrajes experimentales e independientes que se producen en el mundo. Por ello, su programación apunta a producciones que otro tipo de festivales no tienen dónde categorizar.
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“Estas no son historias lineales típicas, así que muchos festivales no llegan a apreciar plenamente el talento y la belleza de estas producciones”, destaca el festival en su página.
Además, el evento se interesa en exhibir “películas que muestren la verdadera originalidad y el talento de los cineastas de todos los rincones del mundo. Y también dé a conocer a los nuevos músicos que han hecho un video musical y quieren que se muestre”.
Ímpeto es una coproducción entre la Compañía de Danza del Teatro Mayor Julio Mario Santo Domingo, Monarca Producciones y Nicolás García Ruíz. La pieza cuenta con la dirección de Juan Ruy Castaño y la coreografía de Sarah Storer, directora artística de la Compañía de Danza.
Algunos espacios del Centro Cultural Biblioteca Pública Julio Mario Santo Domingo fueron las locaciones de esta producción, que cuenta con imágenes cargadas de fuerza, naturalismo y carácter emotivo, representadas por movimientos corporales.
Ocho bailarines y dos aprendices de la Compañía de Danza interpretan con movimientos fuertes y acelerados la energía cinética que transforma los lugares ya habitados, a través de impulsos que se crean por la interacción del peso de los objetos y su velocidad de movimiento.
En cerca de cinco minutos, la pieza recorre diversos espacios del centro cultural bogotano, removiendo sus cimientos con la partitura de movimientos que interpretan los bailarines.
El recorrido inicia en las estructuras más altas del centro cultural, y luego continúa por otras áreas, como el parqueadero y las escaleras de entrada, con coreografías vertiginosas, acompañadas de una propuesta sonora que realza su impacto.