Robos y muertes | El Nuevo Siglo
Jueves, 4 de Abril de 2019

“Un aterrador fenómeno criminal”

La ciudad y el país se encuentran alarmados por el aterrador incremento de robos unidos al crimen. Últimamente en Bogotá el robo de bicicletas donde se mata primero y después se roba se ha convertido en una modalidad frecuente. Los ladrones se abalanzan contra la victima y sin mediar palabra, con armas de fuego o corta punzantes le quitan la vida a la victima y la bicicleta. Algo parecido ocurre con el robo a celulares. Las autoridades capitalinas indican que diariamente más de 20 bicicletas son robadas y una parte de ellas cobrando vida. En Bogotá siete mil bicicletas robadas al año es una cifra enorme, sumándole que en celulares son más de tres mil por mes. Otro tanto se registran en el robo de motos, vehículos y ni que decir del popular cosquilleo en Transmilenio,  el fleteo a puerta de los bancos y cajeros, como así mismo el asalto a residencias y negocios.

El crimen se ha convertido en práctica regular en el robo. Para los ladrones es más efectivo matar y luego robar, porque de esta manera garantizan el éxito del hecho. Un Obispo que confesó a un criminal asaltante, me comentó que el hombre le decía que lo mas grave en la psicología del delincuente, era la frustración del robo, la consigna del ladrón es lograr su objetivo, razón por la cual la decisión es matar y luego robar. Otros mas benévolos roban y si se ofrece resistencia se mata, pero parece ser que la primera modalidad es más efectiva.

Bogotá y las grandes ciudades colombianas siempre han sido nido de ladrones, por cuanto su gran tamaño y enorme población les ofrece un mercado más amplio y mayores posibilidades de esconderse, así mismo como la oferta de los artículos robados. Pero hablando con un alto oficial de la policía, este nos decía que el incremento ha sido mayor en los últimos 3 años y que cada dia aumenta.

Las autoridades están registrando un alto índice de ciudadanos venezolanos capturados por robo, asalto y asesinato, comenta el oficial. Parece ser que con la ola explosiva de migración venezolana muchos criminales de ese país, han encontrado en Colombia un mercado más atractivo, pues en Caracas se les agotó la producción. Recordemos que esa ciudad se convirtió en una de las más inseguras del mundo, pero por la profunda pobreza en la que se ha sumido, los delincuentes venezolanos parece que decidieron cambiar de destino, ahora es Colombia su teatro de operaciones.

Este es un fenómeno de mucha importancia que se hace necesario controlarlo con medidas más eficientes, pues nuestras leyes y códigos lamentablemente se han venido orientando al favorecimiento de la delincuencia, desprotegiendo al ciudadano de bien, dándole al criminal todo tipo de garantías legales en nombre de los derechos humanos, mal entendidos y aplicados, motivo de abuso y reincidencia.

No se trata de tener un estado opresivo, pero si de autoridad con leyes que funcionen y penalicen el crimen, con órganos policivos fuertes que sean respetados y temidos, pues quién no acate a la autoridad se convierte en un potencial delincuente.

arangodiego@hotmail.com