Testimonios del papa itinerante (II) | El Nuevo Siglo
Viernes, 5 de Abril de 2019

Algo admirable, a lo largo del libro “Florecillas del Papa Wojtyla”, del escritor Doménico del Rio, que motivó ya un primer comentario mío bajo el título “Testimonios y Mensajes de Papa Itinerante”, la variedad de escenarios en los que se desenvuelve el Pontífice. Allí está su humilde y respetuosa actitud ante personajes que exigen tratamiento casi como a divinidad, como Hirohito, en el Japón, (1981), o el supremo Patriarca budista en Thailandia (1984), ante los cuales el silencio y la reverencia fueron más importantes que el mismo dialogo. Sorprendentes, también, las expresiones del Papa (1990), en reconocimiento de los valores del Sacerdote checo  Juan Huns (+1415) y, en diversos momentos, a los de Martín Lutero, como  en Maguncia (1980), y en carta en el 5º. Aniversario de su nacimiento en 1983.

Aspecto saliente que aparece en las múltiples actitudes del Pontífice es su búsqueda de la unidad de los cristianos y unidad de culto a Dios, tema en Jornadas de Oración en tantos años, en Asís. Esta apertura de sentido genuinamente cristiano, con expresiones respetuosas hacia confesiones religiosas tan distintas, despertó descomedidas críticas de católicos intransigentes, como del cisma creado por el Obispo rebelde Marcel Léfevre, hacia el cual tuvo el Papa benévolas actitudes pero caprichoso rechazo. Pero es de advertir que al lado del anterior comportamiento fue distintivo del  Papa su firmísima defensa de principios sustentados por la Iglesia, como lo hizo a partir de su primera encíclica “Redemptor Hominis  (02-03-79)  y el  Evangelio de la Vida (25-03-95).    

En la línea anterior son de mencionar, de una vez, sus numerosas Encíclicas, Exhortaciones y Cartas Apostólicas. Toda esa serie de documentos que van apareciendo cronológicamente mencionadas en el libro que fueron, en gran parte, ampliación de lo tratado en los textos del Vaticano II. De especial importancia los referidas a Dios como la Dives in misericordia” (10-11-85),  “Dominum et Vivificantem” (18-05-86), así como las relacionadas con María Santísima como “Redemptoris Mater” (18-05-87). De gran contenido los  relacionados con el mensaje social cristiano, “Laborem Excercens” (14-09-81) y “Centesímo Annus” (01-05-91). Importantes las Exhortaciones a raíz de los Sínodos universales,  como “Chisti Fideles Laici” (01-01-89). En torno a la celebración del tercer milenio fueron abundantes sus documentos con detalles de preparación y realización.

Al lado de esos temas, tan de fondo tratados, son infinidad los temas de grandísima  importancia mencionados en espontáneas alusiones según los centenares de auditorios como otra de “Dios” (01-02-85) al expresar que querer organizar el mundo sin El sería organizarlo contra el hombre. A su lado temas no tan trascendentales que muestran su interés por todo los que pueda entrar en el vivir humano y los ilumina: bendice un safari  en Kenya (17-08-85), entre elefantes y cachorros de leones. Ante el deporte  no fue ajeno, pues apenas podía iba a esquiar y bendecía en Roma un rally (21-01-79),  visita hipódromo en Cesena (10-05-86), y, también en Roma (31-05-90), bendijo, en su inicio, el campeonato mundial de fútbol.

(Continuará).

*Obispo Emérito de Garzón

 monlibardoramirez@hotmail.com