Sin salir de casa conozca y disfrute del legado de Rafael | El Nuevo Siglo
Foto cortesía
Domingo, 5 de Abril de 2020

Viste el primer y único museo virtual centrado en el genio del Renacimiento, al conmemorarse este lunes el 500 aniversario de su muerte.

SOLO llegó a los 37 años pero su vida fue tan prolífica como admirable su vasto legado. Rafael dejó al mundo más de un centenar de pinturas y se hizo al triunvirato de los  genios del arte, no solo italiano sino global y  de todos los tiempos, junto a Leonardo y Miguel Ángel.

Mañana, 6 de abril, se conmemora el 500 aniversario de la muerte de Rafael Sanzio, quien aunque también se destacó como arquitecto la huella imborrable que dejó a la humanidad fueron sus cuadros, varios de ellos considerados como los más importantes del período denominado Alto Renacimiento, tales como La transfiguración, Las Gracias o La escuela de Atenas, su obra más famosa donde aparecen algunos de los filósofos, científicos y matemáticos más importantes de la historia como Pitágoras o Platón.

Y, aunque Rafael falleció con 37 años, dejó tantas y admirables obras que son patrimonio universal, las cuales se encuentran repartidas en pinacotecas y galerías de 11 países y más de 30 ciudades, una gran mayoría en el Museo del Prado, en Madrid, España.

Ahora, gracias a la tecnología y a la cuarentena obligatoria por el Covid-19 en casi todo el mundo, se tiene una oportunidad inigualable para hacer un detenido recorrido por la obra de este genio italiano y apreciar con detenimiento los detalles, que con finura y precisión, plasmó en todas y cada una de sus pinturas.

Ello es posible gracias a Musement, la plataforma de reserva de actividades en destino, que demuestra con esta invitación que ya no hace falta viajar hasta los centros culturales para descubrir toda la obra del pintor italiano, pues la compañía ha desarrollado el primer y único museo virtual que  recoge todos sus cuadros.  

Así, sin movernos del sofá podemos conocer, a golpe de clic y sin salir de casa, todas las obras de uno de los maestros del renacimiento. El museo virtual nos permite admirar sus pinturas de temática religiosa, los retratos y las grandes composiciones realizadas por Rafael a lo largo de su vida. Además de conocer toda la información relativa sobre dónde se encuentra cada obra, su año de creación y el formato. 

A través de este museo virtual podemos ver y disfrutar de la prolífica obra del maestro italiano, caracterizada por su equilibrio y en la que se vio influenciado por grandes maestros como Leonardo Da Vinci y Miguel Ángel Buenarroti, los otros dos genios del arte universal.

Obras de Rafael en España

Hoy en día, podemos admirar los cuadros de Rafael en Italia, Francia, Inglaterra, Alemania, Escocia, Hungría, Austria, Rusia, Estados Unidos, Brasil y España. 

En España, el Museo del Prado es la única pinacoteca que dispone de obras del pintor italiano. Así, navegando por el museo virtual podemos ver sin necesidad de trasladarnos hasta Madrid: Sagrada Familia del cordero, Retrato de cardenal, La Virgen del Pez, El Pasmo de Sicilia, Visitación, Sagrada Familia del roble, Sagrada Familia (La Perla) y Sagrada Familia con San Juanito (Virgen de la rosa).

Y, también podemos disfrutar de obras como La Madonna de la diadema azul que se expone en el Museo del Louvre, El sueño del caballero que se encuentra en la Galería Nacional de Londres o La Virgen de la Casa de Alba que está en la Galería Nacional de Arte en Washington.

Con este museo virtual Musement (www.musement.com) pretende apoyar la cultura y fomentar el #Yomequedoencasa, dando a conocer todos los cuadros que existen de Rafael a través de Internet. 

Su primera obra a los 17

Rafael Sanzio nació en Urbino, Roma en 1483 y fue de la mano de su padre, Giovani Santi, también pintor, que inició sus primeros trazos, los que en poco tiempo evidenciaron su talento, superando rápidamente al maestro, quien falleció cuando Rafael rondaba los 12 años de edad.

Destacó desde niño por sus dotes de poeta, una gran sensibilidad -la que plasmó en sus obras- y una afabilidad social que le permitió moverse con soltura en los círculos de poder tanto en su tierra natal como en Florencia y Roma, a donde llegaría de joven con su arte. Fue en esas últimas ciudades donde conoció a quién se considera su maestro, Pietro Perugino.

Rafael ejecutó sus primeras pinturas independientes para Urbino y las localidades umbras de Perugia y Città di Castello hacia 1500-1507, y todas ostentan la huella del estilo de Perugino.

Su primer encargo documentado es un gran retablo que pintó en 1500-1501, cuando tenía solo 17 años, para la iglesia de San Agustín de Città di Castello, pero en 1504 se estableció en Florencia, donde Miguel Ángel y Leonardo estaban revolucionando el renacimiento florentino con sus dramáticas batallas para el Palacio Vecchio y otras obras.

 El joven Rafael se sumergió en el arte nuevo, y muchos dibujos demuestran que estudió aspectos del estilo de uno y otro maestro. Pueden verse influencias de los dos en La Sagrada Familia del cordero (1507, Prado), ejemplo representativo de la pintura de pequeño formato (no cuadros de altar sino cuadritos de devoción y retratos) que hizo en Florencia.

 A finales de 1508 o comienzos de 1509 fue llamado a Roma por Julio II (papa de 1503 a 1513), para trabajar, junto con Perugino, Lotto, Sodoma y otros, en la redecoración de las salas del palacio del Vaticano.

Sus primeros frescos, en la Stanza della Segnatura (h. 1508-1511), comprenden La disputa del Sacramento y La escuela de Atenas, y representan una cima del alto renacimiento en Roma. En La disputa está retratado el mismo personaje cuya imagen pintó Rafael sobre una tabla que se conserva en el Prado: El cardenal, realizado en Roma hacia 1510-1511.

El éxito que el pintor alcanzó en Roma fue tal que pronto se vio desbordado por encargos de pintura, diseño y arquitectura, y su taller creció hasta convertirse en el motor del renacimiento romano. Tras la elevación al solio de León X (papa de 1513 a 1521), Rafael hizo cuadros de altar para otros lugares, entre ellos La Virgen del pez (h. 1513, Prado), pintada para una capilla de Santo Domingo de Nápoles, y la Caída en el camino del Calvario (1515-1516, Prado), pintada para el convento de Santa María de las Angustias de Palermo. Estas dos obras, que fueron trasladadas de tabla a lienzo hacia 1813, permiten apreciar la monumentalidad que habían adquirido sus figuras y sus composiciones narrativas en comparación con su pintura anterior.

Al mismo tiempo Rafael trabajaba en diversos proyectos para León X, entre ellos la continuación de los frescos de las stanze (finaliza la Stanza di Heliodoro, 1511-1514, y la Stanza dell'Incendio di Borgo, 1514-1517) y la preparación de los “Cartones de Rafael” (1515-1516, Royal Collection, en depósito en el Victoria and Albert Museum, Londres) para un juego de tapices destinado a la Capilla Sixtina (ahora en los Musei Vaticani). Al morir Bramante en 1514 fue también nombrado arquitecto del nuevo San Pedro de Roma, y la arquitectura (y la arqueología) llenó progresivamente su tiempo, por lo que tuvo que apoyarse cada vez más en su taller para atender los encargos de su numerosa clientela.

Giulio Romano, el principal de sus ayudantes y futuro heredero artístico, colaboró con él en la ejecución de La Sagrada Familia del roble (Prado) y La Sagrada Familia del cordero (Prado), obras que reflejan la evolución de su estilo hacia un mayor acabado y el claroscuro intenso que es característico de sus últimos años. La misma tendencia se observa en obras totalmente autógrafas como la pequeña Sagrada Familia con san Juanito (Prado), que se puede situar hacia 1518.

Rafael murió el mismo día en que cumplía treinta y siete años, y su cadáver fue velado en el Vaticano al pie de su última obra maestra, La Transfiguración, antes de recibir sepultura en el Panteón de Roma.

Su fama, como la de todos los genios, la alcanzó años después, cuando se aprendió a entender y valorar su legado, el mismo que hoy podemos apreciar desde la comodidad de nuestras casas gracias a la tecnología.