“Try and error” | El Nuevo Siglo
Sábado, 11 de Abril de 2020

Quien hubiera pensado que la cuarentena se nos iba a acabar cuando después de varias semanas estábamos ya acostumbrados a vivir, ajenos a nuestro diario trajín, consignados en nuestros domicilios atendiendo así las instrucciones del Gobierno, el cual tuvo el gran acierto de hablarnos a todos los colombianos para convencernos que alejarnos de nuestro diario trajín es conveniente no solamente para protegernos del alcance de la peste que nos ha llegado de China, sino para con este pequeño sacrificio individual estamos también contribuyendo a la salud colectiva.

Ser objeto de esta peste que nos ha llegado de otro continente o ser portador involuntario de la misma nos ha convencido que no es nada bueno. Bien parece que nos hemos convencido que no solamente estamos haciendo algo por nosotros mismos, sino también contribuyendo con un pequeño sacrificio a prevenir que esta pandemia se propague entre todos los colombianos y los residentes en este país. Hemos estado haciendo este sacrificio de consignarnos en nuestros propios domicilios de buen grado, en la seguridad de que estamos haciendo algo por nosotros mismos, sino que estamos contribuyendo al bienestar general, porque esta peste ha demostrado que no se detiene ante nada ni ante nadie.

Ha tomado tan de improviso a la humanidad este flagelo, que la ciencia ha sido incapaz de encontrarle solución a este asunto que ha conmovido al mundo entero. Lo que más tiene alarmada a la gente que, conocedora de que no se sabe cómo combatir este flagelo estamos, como suelen decir en otros países, en el “try and error”, como quien dice haciendo las cosas de la mejor manera posible a ver que resulta al final. Con temperamento optimista y positivo se logrará superar esta emergencia que nos ha puesto a reflexionar con respecto a que se hará lo posible para salir de ella. Quienes están aburridos con la ‘detención domiciliaria’ han sido complacidos con la determinación de atribuirle sexo al contagio y a la propagación de esta epidemia. Ojala fuera así, pues de otra manera no se puede interpretar la determinación de levantar esta obligación social según el día y el sexo de las personas a las cuales se les va a exonerar de esta aburrida obligación social y ciudadana.

Es una manera de complacer a todas las personas aburridas por tener que estarse en su casa con detrimento de sus otras actividades de trabajo y profesionales. Vaya. Vaya, atribuir horario y sexo al contagio es una manera equivocada de conocer los caprichos de este virus, si así se puede llamar a esta peste.  Bueno, es una manera de poner en práctica, digamos, el “try and error” que se aplica en otras latitudes para circunstancias menos dramáticas.