En positivo | El Nuevo Siglo
Foto cortesia FNC
Viernes, 30 de Abril de 2021
Redacción Política

Con ocasión del  Día del Árbol, la Federación Nacional de Cafeteros (FNC) anunció  que el sector caficultor aportará 1 millón de árboles nativos a la meta del Gobierno nacional de sembrar 180 millones.

Como parte del eje ambiental de su estrategia de valor, la reforestación y la siembra de árboles en zona cafetera son parte fundamental de las acciones de la FNC hacia una caficultura mejor adaptada a la variabilidad climática y más respetuosa del medio ambiente.

Siembras en cuencas y rondas hídricas, arreglos agroforestales, herramientas de manejo de paisaje, corredores de conservación de biodiversidad, plantaciones forestales, y conservación y cuidado de bosques naturales son algunas de estas acciones, implementadas tanto con recursos propios como en proyectos de cooperación con aliados nacionales e internacionales.

“La reforestación y la siembra de árboles juegan un papel fundamental en nuestro propósito de lograr una caficultura mejor adaptada a la variabilidad climática y más respetuosa del entorno y del planeta, por lo que quisimos sumarnos a esta celebración anunciando nuestro aporte en la siembra de árboles nativos”, dijo el gerente general de la FNC, Roberto Vélez Vallejo.

Gracias a esta gestión, entre 2019 y 2020 se sembraron más de 400.000 árboles nativos en diferentes departamentos cafeteros, lo que posiciona al sector como el gremio que más contribuyó a la meta del Gobierno nacional al cierre del año pasado. Y entre 2021 y 2022, la meta del gremio cafetero es aportar 600.000 árboles más.

En zona cafetera, mediante arreglos agroforestales que proporcionan sombrío, el árbol juega un papel fundamental en la regulación microclimática requerida por el cultivo del café para hacerlo resiliente a la variabilidad climática, además de evitar la erosión.

Los árboles de sombrío amortiguan los cambios de temperatura y los daños de eventos de lluvia extremos, lo que protege el cultivo mismo y el suelo.

A todo esto se suma la captura de CO2, la producción de oxígeno, la regulación hídrica y la protección de fuentes de agua, del hábitat y de la biodiversidad en las regiones cafeteras.