¿Cómo extraer el nuevo petróleo? | El Nuevo Siglo
Viernes, 17 de Mayo de 2019

Este gobierno ha visto en el turismo un potencial gigantesco y por eso lo ha denominado “el nuevo petróleo”. En esto estoy de acuerdo. Y, hay que decir que el transporte aéreo es determinante para potencializar el turismo.

Pero pensando en cómo extraer este nuevo petróleo observo que se parte de algunos errores fundamentales. El más común: los cielos abiertos. Se dice que una política de cielos abiertos generaría nuevos servicios aéreos, aumentaría la competencia y en consecuencia mejoraría la oferta y la demanda. Veamos: los cielos abiertos no implican como creen algunos en Colombia, que, a partir de la celebración de un acuerdo de cielos abiertos, las aerolíneas de un determinado Estado pueden volar a Colombia libremente y sin restricciones, y que, a su vez, las aerolíneas de Colombia pueden volar a ese Estado, libremente y sin restricciones.

Están en un error. De hecho, Colombia ya tiene firmados acuerdos de cielos abiertos. El más importante desde el punto de vista del mercado: Colombia - Estados Unidos de América (ley 1600 del 21 de diciembre de 2012). Este acuerdo prevé, en esencia, frecuencias ilimitadas y libertad de volar a cualquier ciudad. Pero en la realidad, ningún Estado permite a una aerolínea que quiera prestar servicios de transporte aéreo, iniciar operaciones, sin que demuestre la conveniencia y necesidad del servicio que quiere prestar y la existencia de un mercado, entre otros requisitos. Ni van a volar a cualquier ciudad si no conveniencia o no es necesario y si no hay mercado.

Así que la mera existencia de acuerdos de cielos abiertos no garantiza necesariamente una mayor oferta ni nuevos servicios de transporte aéreo. Pues esto lo determina únicamente la conveniencia, la necesidad y un mercado. Créanme que, si mañana solicita a la Aerocivil un permiso de operación la aerolínea Biman Bangladesh, no podrían demostrar la conveniencia y necesidad del servicio ni la existencia de un mercado, así tuviéramos entre Bangladesh y Colombia un acuerdo de cielos abiertos.

Mejor, trabajemos en lo real. Debemos pensar en reducir la carga impositiva de un tiquete aéreo que según la IATA es del 42% aproximadamente. Tratar de descolgarle a la tarifa aérea la cantidad de tasas, impuestos y derechos que hacen parte del costo del viaje y que afectan negativamente la demanda.  Es inaceptable que, en Colombia, por ejemplo, las tasas, impuestos y sobrecargos hagan que una tarifa aérea de US$100 represente un costo total para un usuario colombiano de US$240. De acuerdo con datos de la misma Aerocivil, de lo que paga un pasajero por un tiquete aéreo, solo el 42% va a la aerolínea y el restante 58% se distribuye entre otros actores. Algunos que no se entienden como por ejemplo el 18% para el Ministerio de Hacienda y 1% para otros entes (Bienestar Familiar o entes territoriales). O, US$0,42 por pasajero, tasa de vigilancia, para Superpuertos.

Reducir estas cargas, sí permitirían extraer el nuevo petróleo.

@ReyesJuanfelipe