Entrevista| "Recortes financieros amenazan la Amazonía brasileña" | El Nuevo Siglo
AFP
Miércoles, 15 de Mayo de 2019
Agence France Presse

Las alarmas se encienden en la Amazonía brasileña ante recortes presupuestarios que amenazan los esfuerzos de preservación del mayor espacio de biodiversidad del planeta. "Se comienza a crear una cultura de descrédito de la ciencia", lamenta el ecólogo Emiliano Ramalho, recordando que esta selva es esencial no sólo para Brasil sino para el mundo.

Ramalho, director técnico-científico del Instituto Mamirauá, en el corazón de la Amazonía, dice que unidades de investigación como la suya están resistiendo los embates gracias a la captación externa de recursos y advierte que la selva puede ser arrasada en un pestañear, en tanto que reconstruirla puede resultar imposible. 

El Instituto Mamirauá administra la reserva homónima a 500 km de Manaos, la capital del estado Amazonas. Esta área de conservación, con unos 10.000 habitantes, mantiene un modelo de desarrollo sostenible en el que las comunidades aprovechan los recursos de la selva de forma controlada.

P: En abril, el gobierno federal anunció un recorte de más de 42% de recursos para el ministerio de Ciencia y Tecnología, del cual dependen. A pesar de que el Instituto Mamirauá cuenta con fuentes externas de financiación, ¿cuál será el impacto de esa reducción de recursos?

R: Me parece muy grave desmerecer conquistas científicas. Esa negación de datos científicos, de un método consolidado en todo el mundo, es grave pues sabemos que la metodología científica es usada porque permite hacer inferencias en los datos recolectados con la mayor posibilidad de certeza. Se comienza a crear una cultura de descrédito de la ciencia, pese a que conocemos los avances que tuvimos en la sociedad basados en el conocimiento científico. Estamos viendo instituciones que paralizan sus actividades. Hoy nuestras pesquisas en el Instituto se realizan con mucho esfuerzo de captación externa. Espero que eso se revierta.

P: ¿Cuáles son los riesgos de la falta de inversión en ciencia para Brasil?

R: Desde el punto de vista de la conservación es muy grave. La Amazonía tiene una importancia fundamental en el funcionamiento del planeta como un todo. La lluvia para mojar las plantaciones en el sur de Brasil es posible por una cadena de procesos naturales proporcionada por la Amazonía. Como es algo difícil de visualizar para la mayoría de las personas, el discurso contrario, más inmediato, se vuelve más próximo. Comprendemos que eso ocurra. También tenemos un problema de falta de inversión en la educación del país. Creo que lo único que va a salvarnos, a nosotros y a la Amazonía, es la inversión en educación de base, fuerte y de calidad. Espero que dé tiempo. 

P: ¿Es optimista?

R: Intento serlo. A pesar de las crisis políticas y los cambios de dirección política en Brasil, conseguimos preservar el 80% de la Amazonía. Creo que aún da tiempo. El problema más grave es que solo con esto [hace chasquear los dedos] se destruye un lugar como la Amazonía y tal vez no sea posible reconstruirlo. Modelos como la reserva de Mamirauá muestran que se puede usar la selva para traer beneficios, desarrollo económico, educación, mejorar aspectos del país entero. Es posible hacerlo, pero tenemos que cambiar un poco la concepción de cómo hacerlo. No podemos estar enviando materia prima para otros lugares, tenemos que agregar valor a lo que estamos retirando de la selva. 

P: ¿Cómo es la relación entre los investigadores del instituto y las comunidades?

R: Es una relación con altos y bajos. Es algo que tiene que construirse. En el caso de Mamirauá, desde el comienzo se realizó un trabajo de concienciación y de información. Esto fue en extremo importante. Hizo que la relación del instituto con las comunidades fuese buena, de mucho respeto. Mamirauá surgió con la conciencia de valorar el conocimiento tradicional, fue un elemento clave en la creación de la reserva y del instituto. Todo el que llega aquí lo entiende. Los investigadores llegan buscando un intercambio de saberes y aprenden más con las comunidades, que también aprenden con nosotros. El conocimiento que ellos tienen, tradicional, empírico, es riquísimo. Son siglos de conocimiento heredados de generación en generación.