Identifican patrones de corrientes oceánicas en La Guajira | El Nuevo Siglo
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Viernes, 24 de Mayo de 2019
Agencia de Noticias UN

Los patrones o modelos en la circulación oceánica que se da en cercanías a la costa de esta región del país pueden resultar útiles para diseñar plataformas petroleras off-shore, o un mejor desarrollo de la actividad pesquera en la zona.

En este trabajo, Felipe Arbeláez Salazar, magíster en Ingeniería - Recursos Hidráulicos de la Universidad Nacional (U.N.) Sede Medellín, describe la variabilidad espacial y temporal de las corrientes, la salinidad y la temperatura oceánicas en una zona cercana a la costa de La Guajira, en escenarios de vientos altos y bajos durante los fenómenos del Niño y de La Niña.

El investigador se centró en esta área porque allí no se han adelantado muchos estudios sobre este tema: “no es que nos hayamos detenido a hacer un análisis oceanográfico a profundidad en Colombia, y lo que se ha hecho ha sido a nivel de costas -como en el golfo de Urabá, Cartagena y Santa Marta-, pero no se ha hecho trabajo en La Guajira como una región en detalle”, explica el magíster.

El interés que despierta esta zona también radica en la presencia allí de plataformas petroleras y de una fuerte actividad pesquera, que se podrían beneficiar de un mayor conocimiento de las corrientes oceánicas, que en La Guajira tienen comportamientos muy particulares.

“Allá se da un fenómeno muy particular conocido como la ‘surgencia de La Guajira’, en el que debido a los vientos que se dan y a la forma en que soplan, el agua que está más al fondo es capaz de subir hacia la superficie. Es agua fría, rica en nutrientes y que genera un foco de interés importante en biología, oceanografía y en muchas áreas relacionadas con las ciencias del mar”, asegura el investigador Arbeláez.

Para conseguir la descripción de los patrones de circulación oceánica, el magíster optó por utilizar modelos numéricos que permitieran predecir el comportamiento de las corrientes en diferentes escenarios de simulación, considerando los meses de vientos fuertes y débiles tanto en un año normal como en los que se dieron los fenómenos El Niño y La Niña, incluyendo las condiciones medias del mar, la estructura térmica y salina y los patrones de corrientes.

Para esto se empleó el modelo hidrodinámico DELFT3D, y para garantizar su funcionamiento en la investigación también se adelantaron campañas de campo para recolectar datos con los que se pudiera comparar la validez de los cálculos numéricos.

“Fuimos hasta La Guajira en buques oceanográficos, navegamos un tiempo por el mar y con unos equipos especiales que tenemos en el Laboratorio de Hidráulica medimos corrientes, salinidad y temperatura, para comparar que lo que estábamos simulando sí reproducía de manera adecuada lo que ocurría en la zona para poder darle confiabilidad a los resultados obtenidos”, relata el investigador.

Aunque por lo general los resultados fueron acordes con lo detallado en la literatura científica, también se encontraron aspectos interesantes para la zona, relacionados con la manera como se ven condicionadas la salinidad, la temperatura y la densidad en épocas de vientos altos y bajos, sobre todo por las corrientes cercanas que existen en la zona colombiana.

“Cuando trabajamos con agua casi siempre decimos que la densidad cambia más fácilmente con la salinidad que con la temperatura, pero los resultados muestran que en esa zona oceánica la densidad cambia más con la temperatura”, señala el investigador.

El magíster también descubrió que cuando los vientos son muy altos, generalmente el océano se comporta de forma uniforme, estructurada y ordenada, mientras que cuando se tienen vientos bajos se tiene un océano caótico, sin un patrón ordenado, sin dirección ni magnitud de las corrientes.

“Eso tiene implicaciones importantes para entender por ejemplo cómo se comportan los ecosistemas o de qué manera se tienen que diseñar estructuras off-shore, como plataformas petroleras o las que deban implementarse a nivel oceánico para actividades como la exploración del fondo y sus ecosistemas o para la explotación de recursos minerales”, comenta el investigador.

Dichos temas fueron parte de la motivación que impulsó este estudio, que contó con el apoyo del proyecto ROV de Colciencias, la Universidad Pontificia Bolivariana y Ecopetrol