Ni risas, ni trizas… | El Nuevo Siglo
Jueves, 23 de Mayo de 2019

El plebiscito sobre los acuerdos de paz en Colombia consistió en un mecanismo de refrendación para aprobar o no los acuerdos entre el gobierno corrupto y amoral de Juan Manuel Santos y la guerrilla narcotraficante de las Farc.

La respectiva votación fue programada para el 2 de octubre del 2016. Luego, comenzó una feroz campaña electoral. El Dr. Fernando Londoño, junto con el Dr. Alejandro Ordóñez, sostuvieron que al acuerdo había que volverlo trizas.

El entonces candidato Dr. Iván Duque por el Centro Democrático contestando a Londoño, dijo en plena campaña presidencial que ni risas, ni trizas.

Es decir que, de entrada, ya el entonces candidato Duque aprobaba el acuerdo de paz con las Farc a pesar que la gran mayoría de los colombianos lo rechazaba, incluyendo sus votantes.

No obstante, todas las presiones ejercidas para que el SÍ ganara, triunfó el No por resultado final de 1 – 0.

Sin embargo, a pesar de haber ganado el NO, el señor JMS, en su conciencia, decidió que independiente del resultado iba a continuar con el proceso de paz solicitando un pacto nacional con todas las fuerzas políticas.

Los oportunistas de turno, junto con los políticamente correctos, acudieron al llamado del gobierno.

Si mal no estoy, creo que el único que no asistió a esas reuniones fue el Dr. Ordóñez. De resto todos se fueron corriendo a Palacio de Nariño para negociar un triunfo que no se debió negociar.

Una vez en el gobierno, Duque junto con la Dra. Marta Lucía Ramírez, promovieron frases tales como la JEP está para quedarse pero, ese pero que tanto le gusta a Duque, presentaremos al Congreso de la República una serie de objeciones a la misma.

Duque insistió con las objeciones jugando a lo políticamente correcto, como lo ha sido todo su gobierno, con la debilidad tanto en el Senado, como en la Cámara de Representantes, donde más de 60 representantes las negaron, incluidos los del Partido Conservador… ay, ay, del Partido Conservador...

Cuando el triunfo del narcotráfico se preparaba para salir a hombros, como en la Plaza de Toros, de la cárcel de la Picota; con lo que no contábamos fue con el desenlace final de la película al ser recapturado el señor Santrich por agentes del CTI en la misma Picota, saliendo en hombros pero hacia el búnker de la Fiscalía General de la Nación.

Toda esta columna de opinión se resume en una sencilla frase: ¿Ni risas, ni trizas? Si no se hubiera negociado el NO, nada de lo que estamos viendo estaría sucediendo.

La JEP, hizo trizas el acuerdo de paz con las Farc, riéndose en la cara de los colombianos.

Finalmente, al gobierno de Duque sus posturas políticamente correctas le están pasando una cuenta de cobro muy fuerte.

Un año después de su esperanzadora elección jugó a lo políticamente correcto para ganarse a sus enemigos, no los convenció, quedándose solo en su laberinto inclusive dentro del mismo Centro Democrático.

Mientras tanto, Santrich, arrogante y rebosante de salud desafía a todo el establecimiento colombiano con la complacencia de la sociedad.

Mientras tanto, la embajada americana toma nota…

Puntilla: Trump, con más de 55% de aprobación.